Probablemente a ustedes también les pasa que saben de un cantante lleno de talento, pero que no es tomado en cuenta por la industria y porque sencillamente no se deja llevar por lo que está sonando. Es decir, son esa clase de artistas que hacen el arte que quieren para su público, el que realmente lo sigue, y se mantiene alejados de lo que se conoce como “música comercial”. Además, estos “rezagados de la industria” no cumplen con la belleza estética que puede comercializarse con mayor facilidad, lo que se traduce como una opción inviable para ese monstruo en donde hay cientos y cientos compitiendo.
En los pasados premios Grammy, Alessia Cara ganó un gramófono como artista revelación del año, pero en realidad ella tiene mucho más tiempo en la movida, solo que, precisamente, es una artista que busca romper con lo impuesto, sobre todo con lo que se refiere a temas de apariencia.
«Solo quiero decir que hay artistas increíbles haciendo una música increíble que tienen que ser reconocidos y muchas veces no lo son debido a concursos de popularidad y juegos de números (…) Quiero alentar a todos a apoyar a la música de verdad y a artistas de verdad porque todos merecen una chance», fueron algunas de las palabras que soltó Alessia en la ceremonia. Y no es para menos, ella también ha sido una de las ignoradas.
Esta introducción la hago porque quiero hablar de una cantante que, me parece tiene un talento hermoso, pero antes les dejaré esta canción de Alessia que contiene un mensaje sumamente interesante y bonito que muchos de nosotros deberíamos comenzar a hacerle caso.
El motivo de escribir en esta oportunidad, entonces, es por la cantante sueca Loreen, que tiene una personalidad mística y una voz que puede impresionar a cualquiera. Quizá algunos sepan quién es porque participó en el festival Eurovisión en el 2012, en donde resultó ganadora con la canción ‘Euphoria’, quizá la más comercial y que la impulsó en su camino a ser reconocida, sobre todo en la comunidad gay, ya que esta canción sonó, y aún suena, en las discotecas de ambiente. Pero como suele suceder, el éxito puede que no sea siempre y desde entonces es solo una de esas artistas increíbles que el mundo aún no conoce. Loreen intentó nuevamente en 2016 clasificar para Eurovisión, pero esta vez no tuvo suerte. En un documental dijo que quería demostrar que Loreen es mucho más que ‘Euphoria’. Y yo lo confirmo, lo es.
No sé si para ustedes es importante, pero lo que hace un artista en su ámbito más personal también influye mucho. A medida de que la iba conociendo e iban adentrando más en su misticismo y su vida, descubrí varias cosas que me hicieron saber la parte de esa chica despreocupada por lucir siempre bien y que solo lleva ropa negra puesta. Resulta que Loreen, además de llevar su carrera musical, también ha sido parte de obras benéficas y se ha mostrado fiel defensora de los derechos humanos, sobre todo de los más marginados y necesitados, como son los niños de Afganistán, que enfrentan el hambre y no tienen derecho a estudiar. También su país la nombró como la embajadora oficial del Comité de Suecia para Afganistán y ha participado en eventos a favor del reconocimiento de los derechos de la comunidad de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales.
En un documental sobre su vida, Loreen comentó que en la disquera discográfica a la que pertenece le pidieron que dejara este tipo de obras porque no podían ir de la mano con industria musical. El gesto de rechazo de la cantante fue evidente: estaba clara de que la concepción era equivocada. Aquí nos damos cuenta de lo cruel que puede llegar a ser la industria, en donde a muchos solo les importa hacer marketing con la imagen y el talento de los artistas.
Entonces reviso los videos que ella ha publicado en su cuenta de Youtube y tienen tan pocas reproducciones. Es como lo mencionó Alessia. Se trata de un juego de números, de quién tiene más y quién tiene menos. Aunque Loreen ha tenido muchos desaciertos en algunas producciones, ella tiene todo para calar muchísimo más dentro de la música. Pero algo que ella también ha demostrado es que le importa hacer su arte, que la llene y que pueda compartir con sus seguidores sin importar qué tanto pueda sonar o no su música y eso lo demostró con su último disco ‘Ride’, en donde dejó un poco a un lado el pop y lo electrónico, lo que considero, dejó atrás también a esa vieja Loreen con cabello negro, largo y siempre suelto, pero que mantiene aún su auténtica personalidad.
«Todo este mundo comercial es una total ilusión. Celebridades y todo eso, no me llena. Tengo que trabajar con algo que sea correcto, lo cual pueda llevar conmigo. Algo que desarrolle mi espíritu. Si no lo hago, no tengo nada», dijo Loreen en el documental que muestra gran parte cómo se desarrolla su vida.
Y esta situación no la expreso solo por la cantante, sino porque este tipo de exclusión por no cumplir con los estándares que se han impuesto en la sociedad -o por lo que se considera bonito o no– va más allá y afecta a cientos de personas que tienen mucho por ofrecer y que sencillamente en la mayoría de los casos tienen -o tenemos- que hacer lo que queremos al margen de lo que decidan los demás.
Espero, por lo menos, que quienes hayan llegado hasta acá hayan disfrutado de Loreen y de su arte, no solo el que les planteé aquí, sino que también se hayan motivado a descubrir, como lo hice yo en su momento, todo lo que ella tiene para ofrecernos artísticamente.