En la segunda presidencia de Yrigoyen, la realidad social y económica del país era explosiva, sin embargo el presidente no la veía. La historia dice que su entorno le hacía publicar un diario especial donde el leía que todo estaba bien. ¿Cuántas veces escuchamos a funcionarios y políticos hablar de la realidad y pensamos, no le estarán imprimiendo los diarios de Yrigoyen?
Uno de los mitos de la historia Argentina son los diarios de Yrigoyen. Diarios que mostraban una realidad a gusto del que la leía. Más allá de si existieron o no, hay un hecho que no se puede negar: muchos políticos y funcionarios imprimen sus propios diarios de Yrigoyen para ver el mundo de tal forma que les permita actuar como ellos quieren. La pregunta es ¿la acción prima frente a la realidad y por eso, necesito ver la realidad que yo quiero para justificar la acción? ¿Tengo un plan y no me importa cómo está la realidad porque a la misma la puedo mostrar a mi gusto?
Todos los políticos tienen ideas de cómo resolver los problemas de economía, salud, seguridad. Esas soluciones tienen que estar adecuada a la realidad del prob
lema. Pero si la solución en vez de resolverlo, lo hace parcialmente o crea un nuevo problema. ¿Cambio mi solución y busco otra? o ¿cambio los parámetros de la realidad para adecuarla a mi solución? ¿Cuántos diarios de Yrigoyen se imprimen los funcionarios, para poder seguir una línea de gobierno que se plantearon y que, a pesar que no da resultados y muchas veces empeora la situación, se empeñan en mantener?
“Estamos en plena recuperación”. Frase pronunciada miles de veces por distintos funcionarios en distintas épocas. Escuchándolos muchas veces uno se pregunta: ¿De qué país habla? “El proceso de crecimiento va ser lento, pero seguro”. Y la realidad muestra todo lo contrario, las industrias se cierran y la economía se deteriora cada vez más.
Se imprimen diarios de Yrigoyen cotidianamente y en todo el mundo. Se imprimen diarios de Yrigoyen porque se privilegia la forma de entender y solucionar la realidad frente a la realidad misma, o porque intereses sectorial, hacen que la realidad se desdibuje para poder seguir buscando soluciones que sólo beneficien a un sector.
¿Puede mi idea de la realidad ser más importante que la realidad? Cuando quiero aplicar una teoría para solucionar un problema, ¿en qué realidad me baso, en la que apoya mi idea o en la realidad misma, aunque tire abajo mi teoría?
Cuántos diarios de Yrigoyen imprimen los políticos en la actualidad para poder seguir justificando sus actos frente a una realidad que se le niega y enfrenta. ¿Cuántas personas tienen que sufrir y hasta morir para que los políticos de turno puedan aplicar sus planes de gobierno? Hasta cuando los diarios de Yrigoyen que se imprimen les van a servir no sólo para engañarse sino para engañar al pueblo. Porque lamentablemente los diarios de Yrigoyen ahora no sólo se imprimen para convencer al político de turno, también se los dan al pueblo.
