Una de los espacios públicos que había sufrido grandes daños, producto de la economía informal y su manera desorganizada de ejercer la buhonería, fue la Plaza ‘Diego Ibarra’.
Ubicado en el casco central de la ciudad de Caracas, en la Parroquia Santa Teresa del Municipio Libertador, debajo del edificio de uno de los poderes públicos del estado como los es el poder electoral.
Esta plaza nació porque al momento de terminada la construcción de las Torres del Centro Simón Bolívar en 1954, quedó un espacio sin construir por donde sólo corría la avenida Bolívar.
Diez años más tarde el arquitecto Tomás José Sanabria propone construir un boulevard para conectar el norte de la ciudad donde se encuentra el Panteón Nacional hasta el sur del casco histórico de Caracas, en donde se encuentra la Basílica de Santa Teresa, construyéndose así la plaza ya en el año de 1967, de unos 18 mil metros cuadrados a cargo de los arquitectos John Stoddart y Santos Michelena.
Ya en el año de 1968, tras un año de haber ocurrido el terremoto de Caracas, es inaugurada la plaza en honor al militar independentista y colaborador de Bolívar y Sucre, Diego Ibarra.
El General Diego Ibarra, fue uno de los hombres ilustres y pieza clave de lucha independentista, desempeñándose como el primer edecán del Libertador Simón Bolívar. Sus restos reposan en el Panteón Nacional.
La construcción de la Plaza ‘Diego Ibarra’ se realizó con un mármol italiano de color café y granito. Contaba con tres fuentes, una principal ubicada al oeste de la plaza y otras dos ubicadas al norte y sur, todas ellas con juegos de iluminación.
Década de los ‘90
En los años 90, la plaza fue objeto de vandalismo, delincuencia, buhonería, comercio informal, piratería, entre otras ilegalidades, deteriorando así su diseño de majestuosidad.
Tras este crecimiento ilegal desmedido cometidas en sus espacios, la plaza fue conocida por los bajos fondos, como ‘Ciudad Saigón’.
Siglo XXI
Pero no es sino hasta el año 2007, que el gobierno nacional a través de la Alcaldía de Caracas, se propone recuperar este espacio para los caraqueños, y decide retirar todo el comercio informal allí instalado, iniciando así una completa y profunda restauración. Se le agregó una nueva escultura en el espejo de agua central llamada ‘La Aguja’, una obra del escultor Luis Alfredo Ramírez, de unos 20 metros de alto, hecha de metal helicoidal en forma ascendente.
Y no es si no hasta el 5 de julio de 2011, que la Plaza ‘Diego Ibarra’ es inaugurada con la participación de más de 1.500 músicos de la Sinfónica Juvenil de Venezuela Simón Bolívar y del Coro Sinfónico Juvenil, dirigidos por el maestro Gustavo Dudamel.
Personalidades de varios países latinoamericanos también estuvieron presentes en este acto de inauguración como lo fueron el presidente de Bolivia, Evo Morales y varios cancilleres latinoamericanos y del Caribe.
Convirtiéndose así en una de las plazas más grandes de la capital, no solo es visitada diariamente por miles de caraqueños, sino que también ha servido como escenario de grandes conciertos y festivales musicales.
Fotos: José Figueras
DesdeLaPlaza.com/agencias/Rubén Scorche