A propósito de los 40 años del atentado contra el vuelo 455 de Cubana de Aviación y que los agentes terroristas que planificaron la muerte de las 73 víctimas, Luis Posada Carriles y Orlando Bosch, fueron protegidos en el sur de Florida, Estados Unidos, cabe preguntarse: ¿A quién condena y protege EEUU? Este 9 de octubre cumpliría 76 años John Lennon, cuya obra musical y activismo antibelicista aún lo sobreviven junto a la suspicacia que aún despierta la tesis de su asesinato.
El documental The U.S vs. John Lennon (2007) narra cómo en la década de 1960 comienza una creciente crítica antibelicista en contra de la guerra de Vietnam, acompasada con rock and roll y movilizaciones en demanda al respeto de los derechos civiles. “Toda la cultura se había radicalizado, y en esta atmósfera, Los Beatles se vieron obligados a comprometerse con el mundo”, se recuerda en el filme mediante el testimonio del escritor pakistaní Tariq Alí.
La vanguardia era representada por los jóvenes nacidos con la explosión demográfica de posguerra en la nación del norte. “Gente que normalmente era apática, obediente y pasiva, ingresaba a la política en busca de una solución”, señala por su parte Noam Chomsky, en la cinta documental dirigida por David Leaf y John Scheinfeld, disponible en Youtube.
Los Beatles cantaban Revolution, el espíritu pacifista aleteaba sobre el mundo. Mientras ocurría el Mayo Francés de 1968, los jóvenes estadounidenses tomaban campus universitarios y edificios públicos en contra de la guerra, hubo asesinatos selectivos de líderes activistas pertenecientes al movimiento Panteras Negras, como Fred Hampton, y el programa de contrainteligencia del FBI (Cointelpro) infiltraba los espacios políticos no violentos para neutralizarlos con procedimientos de hostigamiento, estrategia que aplicarían más adelante contra John Lennon.
La revolución de John y Yoko
“Sigo a favor de la paz, de la paz revolucionaria”, expresaba John Lennon junto a su novia Yoko Ono en una entrevista televisiva, luego de que en marzo de 1969 al casarse, decidieran aprovechar el seguimiento que de ellos hacían los medios para celebrar su luna de miel con una “encamada” de siete días como “una protesta privada por la violencia en el mundo”.
“Hasta entonces los promotores de la paz eran intelectuales, personas de poca fuerza que repartían panfletos que nadie quería leer”, recuerda Yoko Ono sobre el espíritu revolucionario de Lennon, que quería hacerlo como Ghandi o como Martin Luther King. Su protesta la hicieron en Amsterdam y Montreal (no se lo permitieron en Nueva York), de donde pidieron al presidente estadounidense Richard Nixon que hiciera algo positivo y declarara la paz.
De este evento en Canadá surge el primer éxito de John sin Los Beatles, el tema Give peace a chance, que se hace durante la visita de más de 100 amigos y 300 periodistas, que aprovechan uno de los tantos encuentros para grabar esta canción que se convertirá en el himno pacifista de todos los eventos políticos antibélicos, como el que reunió a medio millón de personas en noviembre de 1969 en Washington, para exigir la retirada inmediata de las tropas estadounidenses de Vietnam.
Al tiempo en que ocurre la separación de Los Beatles en 1970, se acentúa la preocupación política de Lennon, que lo lleva a aliarse con activistas juveniles revolucionarios como el cofundador de las Panteras Negras, Bobby Seale, Abbie Hoffman, John Sinclair y Jerry Rubin, a componer temas como Imagine, en respuesta a la violencia en el mundo, que tuvo implicaciones en el mismo EEUU con la muerte de estudiantes a manos de la guardia nacional en protestas antibelicistas.
La campaña “La guerra terminó si tú quieres” fue financiada enteramente por el cantante en navidad de 1972, acompañada por el tema musical Happy Xmas, con la que fueron empapeladas con carteles y vallas Nueva York, Los Ángeles, Montreal, Toronto, París, Berlín, Roma, Londres, Atenas y Tokio. “Con suerte, en El Caribe tenemos un amigo que dijo que se ocuparía”, expresó Lennon a la prensa con un guiño que demostraba su simpatía por Fidel Castro y la Revolución Cubana. “Nos han preguntado cuánto costó (la campaña). No sé, pero es más barato que la vida de una persona”.
Chovinismo y locos solitarios
La conciencia antisistema nunca ha recibido la simpatía del gobierno de EEUU y la mudanza de la pareja de artistas a Nueva York en 1971 fue seguida de una serie de prácticas de espionaje en su contra, especialmente por sus vínculos con activistas revolucionarios, quienes según el gobierno yanqui eran financiados por Lennon, además de lo que representaba su mensaje en la percepción chovinista de un sistema que veía a un extranjero que los criticaba, en su tierra, por una guerra que produjo 50 mil soldados estadounidenses muertos, de los cuales 40% fallecieron durante el primer gobierno de Nixon (1969-1972).
“Cuando todo comenzó me siguió un auto e intervinieron mi teléfono”, comenta Lennon en el documental, “Querían que me diera cuenta, para atemorizarme (…) al abrir la puerta había hombres parados en la vereda”. Al enterarse de una gira de rock que tenía previsto celebrar el gobierno aprovecha el vencimiento de la visa del cantante como “contramedida conveniente” para expulsarlo del país antes del 15 de marzo de 1972.
Entre apelación y apelación, la permanencia de John Lennon se extendió hasta la fecha del nacimiento de su hijo Sean, el 9 de octubre de 1975, día en que se anuncia que por evidente injerencia política en su caso de migración la sentencia favorecerá a Lennon quien obtuvo su visa de residente. En agosto de 1980 lanzó al mercado su disco Double Fantasy, con el que celebra los cinco años de su hijo. En la tarde del 8 de diciembre un fan le espera en la puerta de su residencia en Nueva York y le pide autografiar su disco, aguardará hasta las 10:50 de la noche, para dispararle cuatro veces por la espalda con un revolver calibre 38.
Lennon muere en sus 40, asesinado por un loco solitario: Mark David Chapman, quien se desempeñaba como guardia de seguridad y tipógrafo. Luego del crimen se entregó a la policía y fue sentenciado a cadena perpetua, sin embargo, opiniones sugieren la posibilidad de que poderes fácticos hayan usado a un psicópata para darle muerte y acallar una voz que extendería su mensaje a la juventud de los ochentas. “Creo que intentaron matar a John”, dice Yoko, “pero no pudieron, porque su mensaje sigue vivo”.
“Lennon era un enemigo innato de los gobernantes de Estados Unidos, representaba todo lo que ellos odiaban”, comenta en este documental el escritor Gore Vidal. Con la muerte del ex Beatle, apenas 10 años después de su llegada a EEUU, fue abortado un proceso de reflexión a través de la música, se acabó con una época y todo el constructo de una contracultura quedó apabullado por un pop estrambótico y el Atari 2600, mientras el belicismo yanqui se desataba en El Salvador (1980), Nicaragua (1981), Granada (1983), Panamá (1989) e Irak (1990). De estar vivo Lennon hubiera cantado en contra de muchas guerras y a favor de otras revoluciones.
DesdeLaPlaza.com/Pedro Ibañez.