Por: Rómulo Hidalgo
Hoy en día la alimentación está dirigida por la industria, un estilo de vida que es inducido a través de los medios de comunicación para convertirnos en consumidores dependientes de marcas y productos industrializados que están llenos de químicos para alargar su duración, para potenciar sus sabores o perfeccionar texturas, alimentos atados a grandes campañas comunicacionales que nos hacen creer que son la mejor opción para alimentarnos, entre gaseosas, harinas refinadas, grasas y azucares, básicamente.
Pero quién puede negar lo barato que sale alimentarse de este tipo de comidas, pues uno de los ganchos o atractivos que la gran industria de alimentos tiene, son los bajos costos para la población, porque son alimentos dirigidos a las masas de menor capacidad económica, quienes son la mayoría y por supuesto son el grueso de los consumidores.
No es un secreto que tomarse un vaso de refresco es más barato que un vaso de jugo natural, y que un kilo de harina de maíz es más económico que un kilo de verdura con el que se puede hacer arepas, sin contar que de un kilo de harina salen 20 arepas mientras que de un kilo de verdura salen 8 apenas, y sí, entonces alimentarse sanamente en teoría es más costoso que comer comida artificial.
Pero, ¿cuál es el verdadero costo de los alimentos? El precio que tiene que pagar una persona que no se alimenta sanamente es más alto con el pasar del tiempo, lo que nos ahorramos en el día a día, termina pagándose luego en medicamentos y tratamientos médicos, se pagan luego con enfermedades derivadas del consumo de químicos que bien dosificados en cada comida terminan siendo nocivos a la larga.
Por ello el cáncer hoy en día es tan normal, las personas intolerantes al gluten cada vez son más, los alérgicos a la lactosa, y cuántas otras alergias desarrolladas en el ser humano debido a una alimentación dirigida por los grandes medios de comunicación masivos.
Es verdad, alimentarse sano es algo costoso al momento, pero nuestra calidad de vida se ve elevada y el hecho de gozar de buena salud a lo largo del tiempo es ya un ahorro.
Si bien es cierto que alimentarnos con mayor cantidad de vegetales no es garantía de alimentarnos sanos, ya que los mismos vienen impregnados de una gran cantidad de agrotóxicos, de los cuales no estamos enterados, también es cierto que si nuestro jardín puede alojar alguna que otra planta que produzca alimentos, estaríamos garantizando el consumo de alimentos orgánicos que reducirían el riesgo de consumir comidas contaminadas, aun así es mas saludable comer vegetales que alimentos industrializados.
Generalmente los productos artesanales están exentos del uso de conservantes, colorantes y saborizantes artificiales, por ello también es bueno prestar atención a los alimentos que tengas etiquetas que indiquen que los productos sean artesanales, lo cual es garantía del uso de materias primas naturales.
Es bueno leer las etiquetas y no dejarse llevar por las publicidades engañosas, que nos dicen que algo es natural pero que cuando lees a fondo, te das cuenta de la mentira traducido en nombres extraños que de natural no tienen nada.
Es más barato vivir sano, que economizar momentáneamente.