Jennifer Aniston defiende su derecho a no ser madre

La actriz estadounidense Jennifer Aniston ha estado en la mira de los paparazzi en muchas ocasiones; por su trayectoria en la exitosa serie de televisión Friend, por su romance, matrimonio y divorcio de Brad Pitt, pero sobre todo por infinitos rumores de sus presuntos embarazos.

La sombra de su embarazo la ha perseguido desde el año 2.000, cuando inicio su relación con Pitt; y luego cuando resurgió cuando se casó con el también actor Justin Theroux (2.015), lo que ha ocasionado que Aniston salga al ruedo en defensa a su derecho a no ser madre, mostrandose «harta» de la situación, lo que la llevó a escribir una misiva a la edición norteamericana del Huffington Post,  en la que no sólo cuestiona las prácticas de la prensa sensacionalista sino que critica la visión que parte de la sociedad tiene sobre las mujeres.

A continuación les presentamos los extractos más destacados del extenso texto:

Déjenme empezar diciendo que abordar el tema del “cotilleo” es algo que nunca he hecho. No me gusta invertir energía en el negocio de las mentiras, pero quería participar en una conversación más extensa que ya ha comenzado y que necesita continuar. Y como no estoy en redes sociales, he decidido expresar mis pensamientos aquí escribiendo.

Para que conste en acta, no estoy embarazada. Lo que estoy es harta. Estoy harta del escrutinio y el “body shaming” que ocurre diariamente bajo la coartada del “periodismo”, “la primera enmienda” y las “noticias de celebridades”.

La actriz a continuación explica el acoso al que están expuestos ella y su esposo Justin Theroux y lo describe como un problema menor en comparación a lo que este «ritual loco de los tabloides» significa en nuestra sociedad, ejemplificándolo en su persona.

Si yo soy una especie de símbolo para la gente ahí fuera, entonces claramente soy un ejemplo del cristal con el que nosotros, como sociedad, miramos a nuestras madres, hijas, hermanas, esposas, amigas y compañeras de trabajo. La objetificación y el escrutinio al que sometemos a las mujeres es absurdo y alarmante. La manera en la que soy retratada por los medios de comunicación es simplemente un reflejo de cómo vemos y retratamos a las mujeres en general, comparadas con un retorcido estándar de belleza. A veces los estándares culturales solo necesitan una perspectiva diferente para que podamos ver lo que son realmente –una aceptación colectiva…un pacto subconsciente. Estamos a cargo de nuestro pacto. Las niñas en todas partes están absorbiendo nuestro pacto, de forma pasiva o de cualquier otra manera. Y empieza muy pronto. El mensaje de que las chicas no son guapas a no ser que estén extremadamente delgadas, de que no merecen nuestra atención a no ser que tengan el aspecto de una supermodelo o de una actriz en la portada de una revista es algo que estamos dispuestos a comprar. Estos condicionantes es algo que las mujeres arrastran a la edad adulta. Usamos las noticias de las celebridades para perpetuar y deshumanizar la opinión de las mujeres centrándonos únicamente en su aspecto físico, que los tabloides convierten en un tema sobre el que especular. ¿Está embarazada? ¿Está comiendo demasiadao? ¿Se ha abandonado? ¿Está su matrimonio en peligro porque la cámara ha detectado alguna imperfección?

Aniston también analiza el peligro que representa menospreciar la importancia de los medios de comunicación sensacionalistas, tal y como hacía ella, interpretándolos como «un culebrón para que la gente siga cuando necesita una distracción», pero ha decidido aclarar este asunto porque, según ella, «reflejan la manera retorcida que tenemos de calcular lo que vale una mujer».

Este pasado mes en particular me ha iluminado sobre cómo definimos el valor de las mujeres basándonos en su estado civil y su maternidad. La cantidad de recursos utilizados por la prensa para tratar de encubrir si estoy o no embarazada señala la perpetuación de esa noción por la cual una mujer es de alguna forma incompleta, fracasada o infeliz si no está casada y tiene hijos. En este último aburrido círculo vicioso de noticias sobre mi vida personal ha habido tiroteos masivos, incendios incontrolados, decisiones importantes del Tribunal Supremo, unas elecciones que se acercan y un número importante de asuntos que merecen la pena a los que esos “periodistas” podrían haber dedicado sus recursos.

Aquí es donde hago público este asunto: estamos completas con o sin un compañero, con o sin un hijo. Debemos poder decidir por nosotras mismas lo que es bello cuando se refiere a nuestros cuerpos. Esta decisión es nuestra y nuestra solo. Tomemos esta decisión por nosotras mismas y por las mujeres jóvenes del mundo que nos miran a nosotras como ejemplos. Tomemos esa decisión conscientemente, al margen del ruido de los tabloides. No necesitamos estar casadas o ser madres para ser completas. Podemos decidir nuestro “y comieron perdices” por nosotras mismas.

La actriz también hace referencia a cómo durante toda su carrera ha crecido siendo parte de ese relato y explica que si algún día decide ser madre, dada su exposición mediática, ella será la primera encontrarlo, pero insiste:

No estoy persiguiendo la maternidad porque me sienta incompleta en algún sentido, como la cultura de las noticias de celebridades está intentando hacer creer (…) dolorosa extrañeza de ser felicitada por amigos, compañeros de trabajo y extraños por un embarazo de mentira (a veces doce veces en un solo día).

Por mis años de experiencia, he aprendido que las prácticas de los tabloides, a pesar de que son dañinas, no cambiarán, al menos a corto plazo. Lo que sí puede cambiar es nuestra conciencia y reacción a los mensajes tóxicos enterrados en esas aparentemente inocuas historias y servidos como la verdad, que además tratan de dar forma a nuestras ideas sobre quiénes somos. Podemos decidir cuánto compramos de lo que nos están sirviendo, y quizá algún día los tabloides se vean obligados a ver el mundo desde una perspectiva diferente, desde un cristal mucho más humanizado porque los consumidores han parado de comprar mentiras.

Aniston defiende su derecho a no ser madre en todo momento y asegura ser una mujer plena y muy feliz.

DesdeLaPlaza.com/VF