El «Acorazado Oriental» consiguió su décima estrella al coronarse campeón en siete juegos ante Trotamundos de Carabobo. Tras sólo estar por debajo en el final del primer cuarto, Marinos logró dominar el resto del encuentro y terminar con resultado de 95-81.
Marinos de Anzoátegui viajó a Valencia con una sola misión: conseguir una victoria que les permitiera volver a casa para buscar una nueva corona y titularse en Puerto La Cruz. Y así sucedió. El Acorazado Oriental remontó un 2-3 para conseguir su décimo campeonato en la historia de la Liga Profesional de Baloncesto.
Marinos cabalgó toda la temporada. Y junto con ellos Cocodrilos de Caracas. Cuando la directiva del conjunto oriental tomó la decisión de despedir al boricua Julio Toro y sustituirlo por el español muchos se sorprendieron. No podían creer que un equipo que estuviese en la primera casilla saliera de su dirigente.
Pero Déniz, junto a sus muchachos, se encargó de hacer borrar de la memoria de los fanáticos anzoatiguenses el recuerdo del puertorriqueño.
Si Gregory Vargas, su armador estrella, y sin un centro importado que pudiera cumplir con el trabajo encomendado, Marinos supo sobreponerse y cargar con un nuevo trofeo para sus vitrinas.
El Acorazado Oriental no quiso que la historia del 2013 se repitiera. En aquella oportunidad dejaron escapar la corona en manos de Cocodrilos de Caracas en el séptimo y decisivo encuentro. Aquel resultado produjo molestia en la fanaticada y el resultado pasó, por momentos a un segundo plano.
Pero todo ello está olvidado, Marinos ahora es el campeón y se lo debe en parte a la figura de Aaron Harper. El estadounidense cargó con el equipo a lo largo de toda la temporada. Él, junto a Donald Sims, llevaron la nave a puerto seguro.
Marinos salió con la firme misión de coronarse como el mejor equipo de la temporada 2014 y lo consiguió. Es el sexto trofeo en las últimas 10 temporadas. Trotamundos se descarriló en Puerto La Cruz y los orientales festejan ahora.
Desde La Plaza / Meridiano / JT