En los medios de difusión, por lo menos en mi país, cada día se hace hincapié en la necesidad de vacunarse contra la gripe. La misma se presenta como la única posibilidad de no enfermarse, principalmente de la gripe A (H1A1). Pero, ¿es tan milagrosa la vacuna o se esconde un gran negocio por parte de la industria farmacéutica? Ni tan poco, ni tan mucho solían decir las viejas en mi barrio.
Un poco de historia
La vacuna no es un método nuevo, ya en India y en China se realizaban vacunas para la viruela en el 200 a.C. La misma se realizaba tomando material de las pústulas secas de paciente con viruelas leves. Ese material era nuevamente secado y molido finamente, hasta lograr un polvillo que era absorbido por la nariz. En Turquía hacían una vacuna parecida con el pus de las pústulas de viruela en las vacas.
En 1796 el médico rural Edward Jenner observó que las ordeñadoras adquirían como enfermedad leve la variedad vacuna de viruela, y que luego no contraían a pesar de estar expuestas, la variedad humana fuerte. Jenner realizó un experimento: tomó material de la pústula de una ordeñadora y se lo inyectó a un niño de ocho años. El niño enfermó y estuvo en cama durante veinte días. Cuando se recuperó (hay que acotar que la viruela vacuna es leve para los humanos) se le inyectó virus de la humana y el chico no se enfermó. Más allá de que es una crueldad el uso del niño para los experimentos, fue la primera vacuna en Europa.
A pesar de todos los miedos que se generaron por ponerse una enfermedad de las vacas, las vacunas, que deben su nombre precisamente a este hecho, se siguieron investigando. Después vinieron los experimentos de Pasteur, de Sabín, la BCG (Bacilo de Calmette y Guerin) y todas las demás, pero ¿qué es y cómo funciona una vacuna?
¿Qué es y cómo funcionan las vacunas?
Antes de ir al tema de la vacuna tendríamos que ver, aunque sea someramente, qué es el sistema inmunológico del ser humano.
“El sistema inmunológico es la defensa natural del cuerpo contra las infecciones. Por medio de una serie de pasos, su cuerpo combate y destruye organismos infecciosos invasores antes de que causen daño. Cuando su sistema inmunológico está funcionando adecuadamente, le protege de infecciones que le causan enfermedad.”
Por lo tanto se podrá decir que el sistema inmunológico es el que nos defiende de los ataques de los virus y bacterias y cualquier otro agente externo al organismo. La enfermedad se produce cuando un agente externo invade el organismo, pone en marcha el sistema inmunológico. Los que quieran ampliar sobre el tema, pueden ver ésta página: http://espanol.arthritis.org/espanol/salud-y-vida/su-cuerpo/sistema-inmunologico/.
La inmunidad se puede clasificar en inmunidad natural o innata, que es con la que nacemos, e inmunidad adquirida. Esta última, no sólo se da con vacunas, sino que en la naturaleza se da desde hace mucho tiempo. Por ejemplo cuando vemos que un perro se revuelca en la tierra o en guano o en los restos de otro animal muerto, lo que está haciendo es introducirse antígenos al cuerpo para generar anticuerpos, es decir defensas. Cuando nuestros hijos comen barro o juegan en la tierra, realizan el mismo proceso.
Ahora sí, como se vio en los párrafos iniciales, se podrá definir a la vacuna a partir de su historia. Ésta es la utilización de virus u sustancias ajenas al organismos (denominados antígenos) que generan un reacción en el organismo produciendo anti-cuerpos específicos (defensa para una determinada enfermedad) y que en lo sucesivo cuando se tome contacto con el organismo, al tener los anticuerpos que lo combaten, por lo tanto no nos enfermaremos.
Se puede decir que las vacunas no curan la enfermedad sino que la previenen. Las vacunas preparan al organismo para que reconozca los causantes de la enfermedad y tenga a punto los anticuerpos que la atacan. Es decir, preparan al organismo para que cuando esté en contacto con el agente patógeno, éste ya tenga todos los anticuerpos necesarios y destruyan al invasor.
La vacuna genera el identikit del invasor para que los agentes defensores del organismo lo ataquen con las armas adecuadas y lo destruyan antes que nos enfermen. ¿Las vacunas son importantes? Sí, en la medida en que ante nuevos agentes el organismo está preparado para defenderse con las armas adecuadas, pero no es lo único necesario, ni lo más importante.
Muchísimo más necesario e importante es tener un sistema inmunológico fuerte y sano.
Si no tenemos un sistema inmune preparado para crear las defensas necesarias, de qué nos sirve tener todas las vacunas. Si no tenemos personas adecuadamente nutridas el sistema inmune va ser deficiente y no se va a lograr el objetivo de las vacunas, ya que el organismo no va a poder crear los anticuerpos necesarios.
Por lo tanto de nada sirve un calendario de vacunas completo si tenemos un pueblo con hambre, de nada sirve estimular la colocación de vacunas, si para ponerme la vacuna tengo que dejar de comer. Las vacunas ayudan. Ayudemos a las vacunas teniendo un sistema inmunológico fuerte y sano. Y eso se logra con alimentación y un nivel y calidad de vida adecuada.