A la entrada de San Carlos, capital del estado Cojedes, se encuentra el Monumento al Árbol y fruto del Mango, una verdadera distinción que se le hace al principal fruto de la tierra cojedeña. Es muy peculiar esta plaza por su característica autóctona venezolana. La figura hecha de concreto posee un enorme tamaño y llamativos colores como el verde, amarillo y el color marroncillo del tronco.
No es casualidad que este monumento sea un icono turístico de San Carlos, puesto que este pueblo llanero es uno de los principales y potentes productores del mango en Venezuela. Para mí hacer un viaje a Cojedes en temporada de mango, de marzo a septiembre, sería como ir a un paraíso ¿la razón? – Soy fanática del mango, su sabor y propiedades hace que sea una de mis frutas favoritas.
Aunque en cada rincón de la patria hay un árbol de mango, en San Carlos es muy popular por la gran cantidad que hay, es tanto así que hasta hacen una feria del mango en el mes de mayo. Además, puedo decirles que el mango ha servido de inspiración a poetas y músicos de la localidad. Comparto un fragmento del poema “El árbol de Mango” de Igor Barreto.
“El árbol de mango
es inmortal
y no necesita de lo humano.
Forma umbríos claros
en lo denso del monte
y ahí perdura.
La palma
podrá sostener al mundo,
pero el mango
ha aceptado
la oscura llamada del bien”.
De acuerdo a los datos históricos en el año 1860 llegó el primer mango al llano cojedeño. Y la primera semilla fue sembrada en el patio de la Iglesia Santo Domingo, en San Carlos, por un sacerdote misionero que promovió la siembra del mango en los patios de las casas.
Y como dicen que en la variedad está el gusto, puedes elegir entre los diferentes tipos de mangos, entre los cuales se destacan el bocado, hilacha, piñita, camburito, jobo, pico de loro y paleta. De igual forma, existen otras variedades injertadas con otras frutas. También es una delicia también los dulces, jaleas y jugos de mango.
Kaiser Solano / Desde La Plaza
@kaisersolano