El hermano de la mujer sudanesa condenada a muerte por abandonar su fe en el Islam, dijo que «ella merece ser ejecutada» si continua siendo cristiana.
Meriam Ibrahim, que dio a luz a su hija en la celda donde se mantiene detenida hace pocas semanas, ha sido sentenciada a 100 latigazos y la muerte luego de que la corte «Sharia» la acusara de abandonar la fe y de adulterio pues, al casarse con un cristiano, el matrimonio no es reconocido
El hermano de la joven, que no la conocía, según denuncia ella, hasta ahora, dijo a CNN que él la denunció a las autoridades porque su familia es «gente musulmana».
Cabe acotar que aún cuando Meriam fue criada bajo la fe cristiana por su madre, su padre, que desapareció desde su infancia, es musulmán.
«Si ella se arrepiente y regresa a la fe islámica, entonces seremos nuevamente familia. Pero si ella se niega, entonces debe ser ejecutada», dijo a la cadena de noticias internacionales.
Desde La Plaza/The Daily Mail/NCH