Facebook, Twitter, Instagram, WhatsApp y otras plataformas disponibles en la web son utilizadas para que las personas le den rienda suelta a sus ideas, aunque algunas veces esa libertad que ofrece la web 2.0 puede generar inconvenientes cuando esas opiniones buscan generar zozobra o se convierten en insultos o amenazas contra los internautas.
Así como los eventos políticos o deportivos se convierten en tendencia en las redes sociales, las metidas de pata –ya sean en tv o en la web- pueden ser el detonante de términos peyorativos. Lo hemos visto cuando alguna personalidad del ámbito público se equivoca en un discurso, un cantante olvida la letra de una canción o una persona confunde algún termino o a un famoso con otro.
Es en este momento cuando los ‘haters’ y ‘troles’ le sacan la fila a sus tweets y publicaciones, que hacen que el nombre del desafortunado sea motivo de hazmerreír y en algunas ocasiones estos insultos pueden incluso atentar contra su integridad, ya que este ‘linchamiento digital’ (shitstorm: tormenta de excremento en inglés) en extremos puede terminar en tragedia.
No quiere decir que leer un tweet o comentario ofensivo sea un mal de morir, pero, seamos sinceros, recibir críticas es duro y no todas las personas lo toleran ni lo asumen de la misma manera. Los más fuertes hacen de ‘tripas corazón’ y siguen con su vida, pero este «patíbulo» digital ahoga a otros en vasos de agua que despiertan inseguridades.
Linchamiento moral
La llegada del Internet representó un avance para las comunicaciones. Hoy en día son millones en todo el mundo los que manejan una cuenta en Facebook o Twitter, o los que han enviado aunque sea un correo electrónico y han utilizado las herramientas de mensajería instantáneas más populares, pero no debemos sobrevalorar el papel de las nuevas tecnologías.
De hecho, en uno de sus mensajes públicos, el Papa Francisco valoró el papel de las nuevas tecnologías, no sin antes advertir que las mismas pueden convertirse en plataformas propicias para herir y promover el linchamiento moral.
“Las nuevas comunicaciones, como los correos electrónicos, los mensajes de texto, las redes sociales o los foros pueden ser formas de comunicación plenamente humanas. Pueden conducir a una ulterior polarización y división entre las personas y los grupos”, aseguró el pontífice en su mensaje publicado el 22 de enero en ocasión de la celebración de la Iglesia de la Jornada de las Comunicaciones Sociales.
Las redes sociales no perdonan
Nadie puede negar el alcance que tienen las redes sociales. Recientemente el anuncio del primer Óscar de Leonardo DiCaprio permitió que la red social del pajarito impusiera un nuevo récord de tuits (440.000 en un minuto), pero antes –y después- de conocer la noticia el propio Leo fue objeto de burlas y los llamados memes.
Así como el flamante ganador del premio de la Academia fue tendencia y recibió millones de felicitaciones por su triunfo, existe el otro lado de la moneda en las redes sociales, el llamado ‘linchamiento’, donde los internautas en lugar de alabar condenan los actos más obscenos y las metidas de pata irremediables. Da igual que seas una figura conocida o no, cuando las redes se revelan en tu contra ya no hay nada que hacer para borrar esa huella digital.
Linchamientos sonados
La estadounidense Alicia Ann Lynch, quien quiso hacer una gracia y le salió una morisqueta en una celebración de Halloween en 2013.
La joven de 22 años en ese entonces pensó que ‘se la estaba comiendo´ al llegar a una fiesta de Halloween disfrazada como atleta víctima del atentado en el Maratón de Boston, en el que lamentablemente tres personas perdieron la vida y más de 280 resultaron heridas.
Su poco tacto con un asunto tan delicado hirió la sensibilidad de los internautas, quienes no dudaron en condenar su disfraz. Llegó incluso a recibir amenazas de muerte y violación.
Otro caso muy comentado en la tierra del Tío Sam fue el de Lindsay Stone, una chica que faltó a la memoria de los militares estadounidenses que murieron en diversos combates, al posar haciendo una seña obscena en la llamada tumba de los desconocidos del Cementerio Nacional de Arlington, Virginia.
Como era de esperarse, esto causó indignación en los estadounidenses y autoridades locales. Incluso se creó un grupo en Facebook en el pedían que la mujer fuera despedida de su trabajo.
¿Cuál fue la influencia las redes? Ambas chicas fueron despedidas de sus trabajos.
A mediados de 2015 el mundo entero repudió la cacería de Cecil, el león más famoso de África, conocido como “El Rey de Zimbabue” a manos del dentista estadounidense Walter James Palmer.
Como era de esperarse, los «justicieros» virtuales no dejaron que el hecho pasara por debajo de la mesa.
El ciberbullying es más común en los jóvenes
Muchas veces el popular chalequeo que inicia en los planteles educativos es llevado a un formato digital – redes sociales o en grupos de Whatsapp. Es aquí cuando la situación pasa a mayores y se puede llegar a hablar de un tipo de acoso conocido como ciberbullying.
“El ciberbullying o mejor conocido como ciberacoso no es más que el uso de las tecnologías de información y de comunicación para llevar a cabo una acción hostil de una persona o un grupo de personas hacia otras”, asegura el experto en redes Daniel Rivero y Gerente general de Clean Perception, según publica el Semanario Quinto Día.
Por su parte el psicólogo y asesor de Centro Comunitario del Aprendizaje por los Derechos de los Niños y la Adolescencia (Cecodap), Carlos Trapani, explica que el ciberacoso es una forma de violencia muy peligrosa porque no hay mediación, por lo tanto, muchas personas pueden sustituir su identidad para hostigar o acosar a otras personas.
Según Cecodap, en los planteles educativos del país se registra esta práctica violenta. Esto quiere decir que el ciberbullying está presente en todos los estatus sociales, sin importar la edad. La plataforma 2.0 es la más utilizada para hostigar, amedrentar y amenazar a las víctimas.
Quién no ha escuchado de jóvenes que quieren desprestigiar a su ex pareja amenazando con hacer público algún secreto oscuro o con la publicación de alguna fotografía comprometedora en Internet o de chicos que se rehúsan a ir al colegio por las continuas burlas de sus compañeros, que se intensifican en la web.
Qué hacer
Lo cierto es que el ciberacoso es más común de lo que pensamos y en caso de tener conocimiento de alguna persona que esté pasando por una situación como esta lo recomendable es denunciarlo ante las autoridades correspondientes, no sin antes hacer capturas de pantalla de las conversaciones y/o publicaciones en las redes sociales que sirvan de evidencia.
En Venezuela puede constituir un delito penal y de acuerdo al artículo 20 de La Ley Especial Contra Delitos Informáticos, la persona que viole la privacidad de otra a través de medios electrónicos puede perder su libertad hasta por seis años y recibir una multa de hasta 600 unidades tributarias.
«El que por cualquier medio se apodere, utilice, modifique o elimine, sin el consentimiento de su dueño, la data o información de otro sobre las cuales en un computador o sistema que utilice tecnologías de información, será penado con prisión de dos a seis años y multa de doscientas a seiscientas unidades tributarias», se puede leer en el artículo 20 de la Ley Especial Contra Delitos Informáticos, sobre la violación de la privacidad de la data o información de carácter personal.
Dónde denunciar
El padre de un niño o adolescente víctima, si así lo desea, puede acudir al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales, y Criminalísticas (CICP), a través de la División de Delitos Informáticos, a efectuar la denuncia. Igualmente se puede acudir a las oficinas del Ministerio Público (MP) y de la Defensoría del Pueblo.
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