Todos sabemos que hasta bien entrado febrero no se empieza una dieta en serio. Felizmente ya nos hemos comido todos los restos de los dulces navideños y podemos sentarnos con calma a diseñar un régimen que nos permita entrar en el biquini que pretendemos ponernos en Semana Santa. Aviso para navegantes: este año empieza muy pronto.
Solo tenemos un problema y se llama hambre. No hay manera de que podamos comer menos, y el gimnasio no ayuda, pues cuanto más duro entrenamos, más hambre nos entra. Ante este drama solo podemos poner en marcha estos trucos para engañar al cerebro y convencerlo de que no tenemos hambre. Todo es psicológico o psicosomático. Los trucos clave son:
1. Ten un bocadillo (sano) a mano.Cuando tienes un ataque de hambre parece que la comida basura o la máquina de vending te llaman insistentemente por tu nombre y tus apellidos. Hasta parece que se ha aprendido tu número de cédula, para contrarrestar la llamada de la selva debes tener a mano una manzana o unas nueces. Algo muy sano que te quite el hambre ipso facto. De este modo no despertarás al monstruo. Ten en cuenta que, según varios estudios, una vez que abres la veda y comes un snack convencional -léase, patatas fritas de bolsa- seguirás comiendo sin parar.
2. Si vas a un coctel, elige un clutch y no una bandolera.El truco funciona porque tienes siempre una mano ocupada con el bolso, lo que te obligará a comer menos y más despacio. Si la mano libre la ocupas con una bebida te los pensarás dos veces para coger cada canapé y tus elecciones serán mucho más sabias.
3. Haz del café un aliado contra el apetito. Beber café te ayudará a acelerar el consumo calórico en un 12%, según un estudio publicado en el American Journal of Clinical Nutrition. Además estamos ante un supresor natural del apetito que no engorda demasiado a menos que le añadas mucha azúcar o crema. Si consigues tomar el café con poca azúcar, o mejor, sin nada de azúcar habrás avanzado mucho.
Contar bocados en lugar de calorías es una buena técnica, sobre todo cuando te das caprichos
4. Cuenta los bocados. Contar calorías no es el único método para adelgazar, también puedes contar los bocados. Según un estudio de la Universidad Brigham Young es un método que funciona y ayuda a perder hasta un kilo y medio en un mes. Cuando eres consciente de tus bocados terminas comiendo entre un 20% y un 30% menos.
5. Date un capricho. Si tu debilidad es la tarta de chocolate, date un capricho, pero solo de tres bocados. Según el afamado dietista Lauren Harris, esos tres bocados serán suficientes para dejarte con buen sabor de boca y para que disfrutes del placer de esa comida que tanto te gusta. En resumen, te quedarás satisfecho y no habrás comido demasiado. Con el primer bocado, dice el dietista, cumplirás tus expectativas, el segundo ya no te parecerá tan bueno como el primero, y a la tercera mordida pensarás que no era para tanto./DesdeLaPlaza/ABC