Puede que en tiempos de crisis reine la desesperanza, pero siempre hay luz al final de cualquier oscuro túnel, y en Venezuela esa luz se llama juventud.
Ser joven en Venezuela no es una tarea fácil. Desenvolverse en medio de la situación económica y social actual es la lucha de estos días, ¿El futuro? reposa en los hombros de la juventud, que consciente de ello, ha decidido asumir la responsabilidad con gran optimismo y esperanza.
Incluso ante la polarización ideológica que domina a las mentes jóvenes, si en un pensamiento concuerdan, es que deben mantenerse en la lucha por lograr un país mejor.
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“Gente que ama su tierra”
“Como estamos ahora, es difícil imaginarme el fututo en 10 años”, reflexiona Berenice Barrera, estudiante de sociología en la Universidad Central de Venezuela. “Pero si me dan elegir entre irme o quedarme en el país, prefiero quedarme. Aunque respeto a los que han decidido, para mi huir no es una opción”.
Un criterio similar mantiene Maikel Larrazabal, joven de 22 años que trabaja para la alcaldía de Libertador, quien considera que es necesario el aporte de todos para crear un ambiente óptimo para el desarrollo de cada venezolano que trabaje por su bienestar y el de su patria.
“Debemos ser comprometidos con el país, es necesario concienciar y forjar valores con el deporte, la creatividad y las oportunidades. Lo bueno es que cada uno de nosotros puede ser parte del ejemplo: la chama que dura hasta cuatro horas en tránsito para ir a estudiar o el pana que madruga para salir a trabajar, son gente que ama a su tierra y lucha por ella”, expresó.
Emigración
Pero la tentación de buscar mayores beneficios económicos y académicos fuera de las fronteras se mantiene latente.
Un estudio publicado recientemente bajo el título de La voz de la diáspora venezolana, revela que desde principios del milenio a la actualidad, 6% de la población ha emigrado en busca de “una mejor calidad de vida”, siendo en su mayor parte personas en edades jóvenes. Sin embargo, refiere incluso esta llamada “fuga de talentos” puede contribuir con la reconstrucción de Venezuela.
“Vivimos en medio de un futuro incierto, por eso irse siempre resulta tan tentador. Sin embargo, quienes por convicción decidimos permanecer en Venezuela debemos asumir nuestra realidad, velar por que se aplique políticas públicas que nos ayuden a afrontar los restos diarios y batallar para que sea cada vez más fácil. Así demostramos a los que se fueron que valió la pena quedarse”, opinó Matías Vargas, técnico superior en Administración de 22 años.
La batalla se mantiene
Hace 202 años, bajo el mando de José Félix Ribas, jóvenes venezolanos sedientos de libertad, dejaron su sudor y sangre en los campos de La Victoria en busca de la independencia y cambiar su realidad.
Es por ello que el 10 de febrero de 1947 la Asamblea Constituyente decreta que se celebre el 12 de febrero como el Día de la Juventud en Venezuela “en reconocimiento a los servicios hechos a la república por los jóvenes”. Hoy la batalla se mantiene, aunque los propósitos sean distintos.
“Ni aún podemos optar entre vencer o morir: ¡necesario es vencer! ¡Viva la República!”
DesdeLaPlaza.com /ABD /Foto referencial