Según la Real Academia Española, la palabra Revolución tiene varias acepciones. Entre ellas, las que vienen al caso para esta nota:
1. f. Acción y efecto de revolver o revolverse.
2. f. Cambio profundo, generalmente violento, en las estructuras políticas y socioeconómicas de una comunidad nacional.
3. f. Levantamiento o sublevación popular.
4. f. Cambio rápido y profundo en cualquier cosa.
El mundo digital ha revolucionado nuestras vidas. Nadie puede decir lo contrario. Nuestra manera de concebir al mundo, nuestra manera de relacionarnos, nuestra manera de hacer y proceder han cambiado radicalmente con esta posibilidad infinita e inmediata de interconexión y comunicación.
Los dueños de la red. Una historia política de Internet es un libro de muchísima utilidad para entender todo esto. Pierre Mounier nos explica quién dirige Internet. La colonización electrónica transversaliza cada página de principio a fin, haciéndonos comprender que más allá de lo tecnológico Internet es ideología y política.
Dejo entonces un fragmento para quienes creen que todo esto del 2.0 es un cuento de hadas:
“Cuando se evoca la revolución Internet, no hay que hablar de una revolución tecnológica, sino más bien de dos. Porque la más visible, la de la comunicación en red, se apoya sobre otra que la precede, está vinculada a ella, ya que procede también del dominio informático, pero se apoya en bases mucho más amplias, porque tiene consecuencias importantes en todos los dominios de la creación cultural: se trata de la revolución digital. La otra gran revolución tecnológica de los años 90 ha pasado casi desapercibida en comparación con la explosión de la Net, siendo así que ésta no hubiera tenido lugar sin aquella.
La revolución digital, es el conjunto de técnicas que permite transformar en un formato común una serie de productos que hasta ahora estaban encerrados en distintos soportes. Esto es lo que ha permitido que Internet se convierta en multimedia, es decir, puede transportar sin especial dificultad imágenes, videos, sonidos y textos. No hace mucho tiempo, el sector de la creación musical nada tenía que ver con el de la edición de libros informáticos, a su vez separado de la creación cinematográfica, por la sencilla razón de que se trataba de objetos diferentes. Cada uno de ellos disponía de su peopio sector profesional con sus propios circuitos de distribución, sus propias políticas de precios, sus propias reglas de creación, producción, difusión y distribución”.
Gipsy Gastello
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