En medio de las vicisitudes que presenta la sequía, como consecuencia del fenómeno “El Niño”, celebramos el Día Mundial de los Humedales, una fecha que quizá no suene familiar para muchos.
En 1971 se firmó la Convención de Ramsar sobre los Humedales, a la que hoy adhieren 159 países, con el objeto de contribuir a la conservación de estos ecosistemas irremplazables.
El Convenio Ramsar plantea que, «un humedal es una zona de la superficie terrestre que está temporal o permanentemente inundada, regulada por factores climáticos y en constante interrelación con los seres vivos que la habitan».
Un humedal es una zona de tierras, generalmente planas, en la que la superficie se inunda permanente o intermitentemente, al cubrirse regularmente de agua, el suelo se satura, quedando desprovisto de oxígeno y dando lugar a un ecosistema híbrido entre los puramente acuáticos y los terrestres. Los humedales son vitales para la supervivencia humana. Son uno de los entornos más productivos del mundo, y son cunas de diversidad biológica y fuentes de agua y productividad primaria de las que innumerables especies vegetales y animales dependen para subsistir.
Venezuela, posee una gran diversidad de humedales que incluyen: lagunas parameras y de montaña, ríos y arroyos, manantiales, planicies de inundación, bancos de plantas acuáticas, ecosistemas inundables en los llanos, lagos y lagunas costeras, albuferas, arrecifes coralinos, manglares, ciénagas y morichales, entre otros. Además, posee una gran diversidad de humedales artificiales, entre los cuales se incluyen estanques para el ganado y la acuicultura, tierras arables, estacionalmente inundadas, salinas, plantas de tratamiento de aguas, represas y embalses, entre otros.
Nuestro país cuenta con cinco humedales Ramsar: Ciénaga de Los Olivitos, estado Zulia; Cuare, estado Falcón; Laguna de la Restinga, estado Nueva Esparta; Archipiélago de Los Roques y Laguna de Tacarigua, estado Miranda.
La función principal del humedal, aparte de ser un gran ecosistema y un importante hábitat para muchos seres vivos, es que actúan como filtradores naturales de agua, esto se debe a que sus plantas hidrófitas, gracias a sus tejidos, almacenan y liberan agua, y de esta forma comienzan con el proceso de filtración.
DesdeLaPlaza.com/ Heryck Rangel