El 28 de febrero se celebrará la 88° edición de los Premios de la Academia, y una vez más el evento está envuelto en polémicas.
Cuando fueron anunciadas las nominaciones en el año 2015, las redes sociales estallaron con la etiqueta #OscarsSoWhite (Oscars son tan blancos) en referencia a la ausencia de actores afroamericanos entre las nominaciones individuales.
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Este año la historia se repite. 20 actores de debaten las estatuillas más destacadas de la gala y ninguno pertenece a la denominada raza negra, por lo que rápidamente se propagó la etiqueta #OscarsStillSoWhite (Oscars siguen tan blancos), la cual ha sido apoyada por numerosas personalidades del medio.
Entre las declaraciones que han dado mucha tela que cortar, encabeza la lista la actriz Jada Pinkett Smith, que a través de su perfil en Facebook publicó un video en el que rechaza la exclusión y asegura que a modo de protesta no asistirá a la gala ni lo visualizará por televisión.
Smith, cuyo esposo Will Smith no fue nominado por su actuación en la cinta de drama Concussion, afirmó que es momento de que la gente de raza negra subestime los Premios Oscar.
«Mendigar el reconocimiento, o incluso pedirlo, merma la integridad y reduce el poder«, expresó. «Y nosotros somos un pueblo digno y somos poderosos».
Otros se han sumado a la causa. El actor Spike Lee; el productor Will Packer , el comediante británico Ricky Gervais; e incluso la misma presidenta de la Academia, Cheryl Boone Isaacs, -perteneciente a la comunidad afroamericana- no han ocultado su decepción por la inexistente diversidad en las nominaciones.
Hasta el presidente de EEUU, Barack Obama, emitió su opinión al respecto. Más allá de considerar el tema como racista o no, reflexionó que el hecho es apenas una mínima manifestación del problema.
«Y creo que el debate sobre los Oscar es en realidad solamente una expresión de la cuestión más amplia de si nos estamos asegurando de que todo el mundo tenga una oportunidad justa», dijo.
Estas referencias de exclusión incluso han llegado a los videojuegos. En el juego satírico Leo´s Red Carpet Rampage, cuya meta es que el actor Leonardo Dicaprio alcance la aclamada estatuilla sorteando una serie de obstáculos, tiene un ápice en el que se le solicita al jugador que seleccione al nominado de color. Por supuesto siempre se pierde, pues no hay ninguno.
¿Falta de opciones?
Pero la crítica no se queda allí. En la categoria a Mejor Película también se nota la ausencia de filmes que traten temas de la cultura e historia afrodescendiente, y esto no se debe a falta de opciones.
Gil Robertson, presidente del African American Film Critics Association, no dudo en señalar que existían filmes e interpretaciones de personas de color que merecían ser reconocidos. Lamentó que cintas como Straight Outta Compton (con una fuerte presencia de afroamericanos) se haya quedado fuera de la lista.
Otras voces critican que se haya obviado la interpretación del Idris Elba en Beast of no nation o de de Michael B. Jordan en Creed, más aún cuando el coprotagonista de este último, Sylvester Stallone, haya sido considerado como Mejor Actor de Reparto.
Tema de vieja data
Sin embargo, vale preguntarse hasta qué punto son válidas estas críticas. ¿Es que acaso para los miembros de la academia tiene mayor peso el color de piel que el talento en las cintas? Es difícil saberlo, pero si nos apoyamos con las cifras muchas hipótesis salen a la luz.
Según un artículo por diario El País, en las 88 ediciones de que han tenido los premios, solo 25 actores y actrices de color han sido nominados. Por lo común cada año se honra a una veintena de actores con los nombramientos individuales, lo que arroja un total de 1760 nominados.
Si lo calculamos porcentualmente la diferencia es abismal. Menos de un 1,5% de los nominados durante este tiempo han sido de raza negra, una minoría social que representa el 12,5% de la población estadounidense.
¿Racismo? Saque usted sus propias conclusiones.
DesdeLaPlaza.com /Agencias /ABD