Con la situación humanitaria en Siria en continuo deterioro, el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas exigió hoy a las partes del conflicto que faciliten la entrega de ayuda y renovó medidas ya en vigor para apoyar a la población.
Por unanimidad, el máximo órgano de decisión de Naciones Unidas adoptó una resolución impulsada por España, Jordania y Nueva Zelanda que prorroga por un año toda una serie de disposiciones excepcionales puestas en marcha para responder a la gravísima crisis humanitaria que viven los sirios.
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Entre otras cosas, el Consejo autoriza a las agencias internacionales a seguir cruzando varios puntos fronterizos para prestar asistencia sin esperar a la autorización de las autoridades del país.
También exige a todas las partes el respeto inmediato de otras resoluciones que, por ejemplo, les ordenaban permitir el acceso de la población a la ayuda y terminar con los sitios de ciudades.
Según la ONU, todos los bandos están violando esas disposiciones de forma regular y planteando “impedimentos continuados y cada vez mayores” a la labor de las agencias humanitarias.
Naciones Unidas denunció por ejemplo que a menudo se obstaculiza el suministro de ayuda a través de líneas de conflicto y llamó la atención sobre la disminución del número de convoyes autorizados por el régimen.
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El texto señala también que continúan registrándose ataques contra escuelas e instalaciones médicas, se sigue cortando el abastecimiento de agua a poblaciones y se usan armas indiscriminadas como barriles explosivos.
En conjunto, la situación de la población en el país vive un “continuo deterioro” y actualmente unos 13,5 millones de personas necesitan asistencia dentro de Siria.
De ellos, 6,5 millones son desplazados internos y 4,5 millones viven en zonas de difícil acceso, según los datos de Naciones Unidas.
Especialmente difícil es la situación de la población de los territorios bajo control del Estado Islámico (EI) y otros grupos terroristas, cuyas acciones están teniendo “devastadoras consecuencias humanitarias” y han provocado el desplazamiento de cientos de miles de personas, según la ONU.
También la de los casi 400.000 civiles atrapados en zonas asediadas, que viven una situación “catastrófica”, según recordó la embajadora estadounidense, Samantha Power.
En 2015, Naciones Unidas solo ha podido hacer llegar asistencia sanitaria al 3,5 % de esa población cada mes y alimentaria al 0,7 %.
“Esto es simplemente inaceptable”, dijo ante el Consejo el lunes la subsecretaria general de Asuntos Humanitarios de la ONU, Kyung-wha Kang, quien urgió al Gobierno y a todos los grupos armados a permitir el paso de los convoyes humanitarios.
Naciones Unidas recordó que ese sufrimiento de la población es el que ha provocado una enorme oleada de refugiados con destino a otros países de Oriente Medio y a otros continentes.
En Ginebra, la organización confirmó hoy que más de un millón de refugiados e inmigrantes han llegado este año a Europa, la mayor parte de ellos sirios que han cruzado el Mediterráneo.
Esta nueva resolución llega tras la aprobación el pasado viernes de otra que respalda una hoja de ruta para terminar con la guerra en Siria.
Ese plan, pactado por las grandes potencias internacionales tras años de división, prevé el inicio de conversaciones de paz entre Gobierno y oposición en enero con un alto el fuego en paralelo, la designación de un Ejecutivo de transición en seis meses y la convocatoria de elecciones en un plazo de 18.
“Todos entendemos que la forma más eficaz de resolver la crisis siria, incluida su terrible situación humanitaria, es una solución política. La adopción de la resolución 2254 ofrece una verdadera oportunidad”, recordó hoy la embajadora estadounidense, que este mes preside el Consejo de Seguridad».
DesdeLaPlaza.com/EFE/COM