Motorizado que maneja apurado, su tendencia de irrespetar la luz del semáforo jamás endereza. Pero, ¡calma pueblo!, que no venimos a despotricar a estos conductores, para nada, solo vamos a mencionarlos y describirlos de una manera amena y fresca para que experimentes una lectura con motores, volante y sobre dos ruedas. ¿Les parece?
Bien, seguramente han visto o conocen a los tipos de motorizados que imperan en las calles de las distintas ciudades de latinoamérica, así que sin más preámbulo, prende, métele primera y arranca con la lectura de este artículo que DesdeLaPlaza.com te presenta con ilustraciones y todo:
El motorizado «más barato por docena»
Cuando un motorizado suena es porque a sus familiares lleva y trae. Y es que estos conductores son esposos y padres de al menos tres hijos. Ellos, son tan serviciales y atentos que llevan a bordo a su esposa, a sus hijos y también cargan al sobrino o al primogénito del vecino para llevarlos a la escuela. ¡Así que móntense que caben cien!
No sabemos cómo hacen para manejar con tantas personas encima en la moto, pero ellos son los motorizados que toda familia quiere tener, porque se ven tan «cariñosos» y tan «tiernos», en fin, son todo un ejemplo para los otros conductores. Que bonito-que bonito *-*
El moto mundanza
Estos motorizados son todos unos profesionales en el arte de transportar cargas «pesadas» en sus motocicletas. Generalmente están acompañados de un «parrillero», quien cumple la función de ayudante y lleva en sus manos un televisor plasma, el microondas, largos tubos, cajas de cervezas, colchones, etcétera, etcétera, etcétera.
Casi que los ves cargando lavadoras, secadoras y cocinas. Pero cuando no tienen ayudante, estos conductores tienen el sentido de carga tan desarrollados, que se las ingenian y amarran los objetos en la parte trasera de la moto, para efectuar su motomudanza. ¡Que Dios me reprenda si les estoy mintiendo!
El mototaxista
«Moto-moto-moto-moto», así es como los mototaxistas (con sus chalecos anarajandos y sus lentes oscuros) le ofrecen el servicio de taxi a los transeúntes que circulan por las esquinas de las calles, pero todos los ciudadanos los conocemos y sabemos que ellos son lo que nos sacan de apuros cuando vamos retardados para llegar al trabajo.
Incluso, la sabiduría popular comprueba que el mototaxista es el mejor amigo del hombre impuntual. ¡Así que no te dejes engañar!
Los Moto elegantes
¿Alguna vez han visto a aquellos motorizados elegantes con sus corbatas puestas y sus respectivos zapatos de vestir? Creo que preguntarlo está de más, ¿verdad? Lo cierto es que ellos lucen bien decentes con caras de que no se «comen la luz del semáforo». Bueno, estos son los motorizados que siempre andan bien vestidos circulando por las vías.
Sí, ellos parecen moto-modelos de una marca de trajes, el detalle es que aún no se ha realizado un estudio que compruebe si realmente conducen con prudencia y categoría.
Los mala conducta
Es conocido por diferentes nombres en Latinoamérica como: cholo, tuki, cani, ñero, flaite, plancha, naco, piraña o cheto. Se les ve haciendo malabares con las motos como caballitos y en ocasiones le colocan una radio para escuchar música.
Si ven a alguno de estos motorizados no les teman, mejor evítenlos y ni siquiera discutan con ellos si llegan a cometer una infracción vial. ¡Por cuestiones de seguridad!
Los groovie-groovie
Adivina adivinador: Llevan chaquetas, cascos de motocross, usan grandes goggles (lentes), y solamente circulan por zonas cachés. Y sí, son el lado opuesto de los mala conducta, ¿saben de quiénes hablo? Señores ellos son nada menos que los motorizados groovies-groovies o sifrinos, fresas, gomelos, chetos, pelucones,cuicos, pitucos.
Siempre andan con esas motos grandes que cuestan mucho dinero, y cuando salen de su zona de confort andan por la vía a toda velocidad, por miedo a que los van a robar.
El moto escolta
«Hasta la vista baby», casi que te dicen así cuando prenden su gran moto y se marchan a 100 km/h con complejo de «Terminator», por lo que nunca sonríen y llevan puestas esas chaquetas negras «inflables», los cascos de robocot, lentes oscuros y una cara de pocos amigos que no se las quita nadie.
Cuando escuchas a pocos metros, el sonido que emiten las motocicletas de estos conductores, ya te hacen decir: «Ahí viene un policía o un escolta». Es que poseen un ruido único.
El mensajero
Son los típicos motorizados que usan sus motocicletas con fines laborales, en ocasiones, estos medios de transporte son otorgados por la misma compañía en donde trabajan. Es fácil identificarlos generalmente llevan un bolso-maleta de color marrón y con el uniforme de la empresa, cuya camisa casi siempre es de color azul y llevan puesto su respectivo blue jeans.
De ellos realmente no se habla mucho, porque se saben que están haciendo su trabajo, es decir, la gente no les hace bullying a los mensajeros, que sin duda también forman parte del gremio de motorizados.
El zorro viejo
Pertenecen a la vieja escuela de motorizados, anteriormente se les veía manejando una Vespa 300, pero estas como que fueron extinguidas por la modernidad, y ahora se les observa por ahí al volante de una Suzuki GN 125.
En cuanto a su apariencia, son señores con bigote, se ven que tienen hijos y nietos, y la vida les ha enseñado que no hay semáforo que pueda detener una moto.
Las Motorizadas
En las calles, veredas y avenidas cada vez es más frecuente apreciar a las motorizadas, pues sí, son mujeres que andan conduciendo una «Gilera» automática o una «Yamaha Next 125«. Aunque en esta sociedad patriarcal no es muy común verlas, estas mujeres no pierden su toque femenino al manejar una de estas motocicletas.
Algunas se ven hasta sexys con sus tacones puestos, como si fueran modelando en una pasarela hecha de asfalto para mujeres que andan sobre dos ruedas.
Moraleja:
El final del cuento, es que a pesar de que muchos ciudadanos se quejan de los motorizados, es innegable que ellos son fundamentales para llegar a tiempo a sus respectivos lugares de trabajo, porque las motocicletas son la forma más rápida para transitar vías que usualmente están congestionadas.
DesdeLaPlaza.com/Kelvin Castillo/Ilustraciones: Orlando Vielma y Edwanyi Reyes