En día pasados, el Gobierno de Croacia “aseguró” que no impedirá el paso de refugiados sirios, iraquíes, afganos y africanos que se dirijan hacia el norte de Europa por su frontera.
Pero este miércoles funcionarios policiales de Croacia arrojaron gases lacrimógenos contra los refugiados que solicitan asilo en un centro de tránsito que se encuentra en la localidad de Opatovac, fronteriza con Serbia.
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El hecho se dio entre algunos de los refugiados y los policías croatas, de acuerdo a las declaraciones de un voluntario croata.
Fuentes oficiales indican que «unos 44 mil solicitantes de asilo han entrado a Croacia desde el 16 de septiembre, la mayoría desde las fronteras que comparte el país con Serbia».
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