Hasta 50 refugiados fueron hallados muertos este jueves en el interior de una camioneta matrícula húngara aparcada en el este de Austria, cerca de la frontera con Hungría, según informó autoridades de ese país.
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El director de la policía, Hans Peter Doskozil, comunicó en una rueda de prensa que entre 20 y 50 es el número de los cadáveres hallados en el compartimiento de carga de un camión de 7,5 toneladas. Según algunos informes se cree que estas personas fallecieron por asfixia.
Tras el alerta policial, los agentes hicieron el macabro hallazgo. «Podemos confirmar que hay 20 fallecidos, pero esta cifra podría ascender hasta 40 ó 50 personas», subrayó un portavoz policial.
Al hallar los cadáveres en el interior del vehículo, las autoridades de los países balcánicos se reunieron con los representantes de Alemania, Austria, Italia y la Comisión Europea en la capital austriaca para buscar soluciones a la crisis migratoria.
La canciller alemana, Angela Merkel, reconoció en rueda de prensa estar «conmocionada» a tal noticia. Agrega que «esta tragedia nos insta a afrontar el tema de la inmigración de forma rápida y con espíritu europeo, el de la solidaridad».
Por su parte, la responsable de la diplomacia europea, Federica Mogherini, afirmó que el suceso es recordatorio de los desafíos que afronta la UE. Así mismo, los participantes de en dicha reunión guardaron un minuto de silencio por los fallecidos.
La ministra del Interior austriaca, Johanna Mikl-Leiner, no ha dudado en hablar de «día negro» y ha asegurado que la tragedia «nos afecta a todos». «Los traficantes de personas son criminales. Y quien ahora todavía siga pensando que son apacibles personas que ayudan a huir, esto no les va a ayudar», ha añadido.
El jefe de gabinete Kijtor Orbana, el primer ministro de Hungría, el país que estaba matriculado el camión ha criticado con dureza el papel de Unión Europa en la actual crisis migratoria. «Los acontecimientos de los últimos días demuestran que es incapaz de controlar sus fronteras», ha afirmado minutos después de que se conociese la tragedia.
Finalmente, el martes la policía intercepto tres camiones en la localidad de Bruck an der Leitha, según informó el diario Krone. En el que uno de ellos viajaban 34 inmigrantes y refugiados, entre ellos 10 niños, que había cruzado la frontera. Los sobrevivientes relataron que «apenas tenían aire para respirar» en el interior. Peses a sus ruegos al conductor, esté ignoró y siguió el recorrido, sin descansar. Desde la frontera de Serbia hasta Austria.
DesdeLaPlaza.com/ElPais/GV