Las jornadas pacíficas para conmemorar el primer aniversario por la muerte de Michael Brown, el joven negro abatido por un policía en Ferguson (Missouri), han dado paso al estado de emergencia tras una madrugada de incidentes en la localidad.
Pasadas las nueve de la noche -hora española-, el responsable del condado de St. Louis Steve Stenger emitía un comunicado explicando que «los recientes actos de violencia no se tolerarán en una comunidad que ha trabajado incansablemente en el último año para reconstruirse y hacerse más fuerte».
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Esta decisión pretende anticiparse a lo que podría ser una segunda noche de protestas, tras la que se produjeron este domingo en la zona donde hace un año fue abatido Brown, para evitar «potenciales daños» personales y a la propiedades de la zona.
En los enfrentamientos de ayer resultó herido de gravedad por los disparos de los agente un joven de 18 años, que ha sido identificado como Tyrone Harris. La fiscalía ha presentado cargos contra él por disparar contra las fuerzas del orden. El jefe de policía del condado de St. Louis, Jon Belmar, señaló que Harris utilizó un arma robada. El padre del joven ha cuestionado la versión ofrecida por la policía. También fueron trasladados al hospital otros jóvenes, que según la versión policial, se dispararon entre ellos. La vida de ninguno de ellos parece correr peligro.
Antes de que estallase la violencia, los actos conmemorativos en el primer aniversario de la muerte de Brown se produjeron pacíficamente. Durante el fin de semana se celebraron dos marchas y este domingo se guardaron cuatro minutos y medio de silencio, que representaban las cuatro horas y media que el joven permaneció tendido en la carretera tras ser disparado por el agente Darren Wilson.
DesdeLaPlazacom/El Mundo.es/AMH