La revolucionaria prótesis, desarrollada por la empresa Deka Arm, permite una libertad de movimientos a amputados nunca antes conseguida con una tecnología similar.
El brazo robótico pesa aproximadamente como una extremidad humana normal, pero en este caso músculos y tendones son emulados con un complejo sistema de motores y sensores, que permiten hasta 10 movimientos humanos.
Los ingenieros han comprobado que el 90% de las 36 personas que han probado las prótesis podían realizar tareas que con otras prótesis nunca lograron.
La mano puede sostener objetos tan frágiles como un huevo o una uva y realizar tareas complejas como subir una cremallera o girar una llave.
El resultado ha sido posible tras seis años de investigación en un programa financiado por el Pentágono con 100 millones para desarrollar las prótesis del futuro, con movimientos más naturales y la posibilidad de ser controlados con múltiples sensores.
La mano de Deka Arm utiliza varios sensores que detectan contracciones de músculos cerca del hombro del amputado, lo que se traduce en movimientos reales en el brazo robótico.
La compañía que ha conseguido el hito, Deka Arm, fue fundada por Dean Kamen, un renombrado ingeniero que ha inventado entre otras cosas el vehículo de dos ruedas para ir de pie conocido como Segway.
En las pruebas de la FDA se sometió al brazo biónico a pruebas de resistencia al polvo, impactos, el calor o la lluvia para garantizar que son seguros.
Los creadores de la prótesis, que solo puede usarse en caso de amputaciones por encima de la muñeca, la han bautizado como Luke, en honor a Luke Skywalker, de la serie cinematográfica Star Wars, que recibe una mano biónica tras perder la suya en una lucha con su padre, Darth Vader.
Desde la Plaza/ Health News/ AMH