El Papa Francisco clamó: «¡No a la guerra!» en el aniversario de Hiroshima y Nagasaki

¡No a la guerra, no a la violencia, sí al diálogo, sí a la paz! Con la guerra siempre se pierde. dijo al evocar ayer el 70° aniversario de los «tremendos» bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki el 6 y 9 de agosto de 1945, el Papa hizo un fuerte llamado a la paz y en favor de la prohibición de las armas nucleares.

Ante cientos de miles de fieles que, pese al calor tórrido, llenaban la plaza San Pedro para escuchar la tradicional oración mariana del Angelus, el ex arzobispo de Buenos Aires no sólo destacó que «a distancia de tanto tiempo este trágico evento todavía suscita horror y repulsión»; sino que también dijo que lo ocurrido en Hiroshima y Nagasaki «se ha convertido en el símbolo del desmedido poder destructivo del hombre cuando hace un uso distorsionado de los progresos de la ciencia y de la técnica» y que «constituye una advertencia continua a la humanidad para que repudie para siempre la guerra y prohíba las armas nucleares y cualquier arma de destrucción masiva».

«Este triste aniversario nos llama sobre todo a rezar y a comprometernos por la paz, para difundir en el mundo una ética de fraternidad y un clima de serena convivencia entre los pueblos», agregó.

«Que desde cada rincón de la tierra se eleve una única voz: «¡No a la guerra, no a la violencia, sí al diálogo, sí a la paz!»», pidió.

«Con la guerra siempre se pierde. La única manera de ganar una guerra es no hacerla», agregó Francisco, y despertó aplausos entre la multitud.

 

DesdeLaPlaza.com/lanación/MB