Formar parte de una relación romántica implica muchas cosas: compromiso, aceptación, afecto, comprensión, amor… Es por ello que terminar con tu pareja sentimental, por la razón que sea, siempre genera desánimo y tristeza. Pero siempre hay que seguir la premisa: ¡La vida sigue! Por lo que lo natural es intentar superarlo lo más pronto posible y animarse con lo que depara el destino.
Si te terminaron, respira y toma estos 10 consejos para que puedas pasar la página de forma efectiva.
1. No te culpes, que de nada sirve
No importa lo que te haya dicho, una relación es de dos y cuando alguien decide renunciar a ella no lo hace pensando solamente en la otra persona, sino también en sí mismo. Recuerda que alguien sano se comunica con respeto y habla sobre el problema para no dejar las cosas confusas y que den pie a algo más; se trata de hablar responsabilidad, sin culpas, sólo confesiones.
2. No te estés adelantando a lo que pueda pasar con ustedes
“¿Será que quiere volver? ¿Y si volvemos y no es lo mismo? No vale, chivo que se devuelve se esnuca. Ay, pero si volvemos sería lo máximo, quizás ya aprendió la lección ¿Y si en verdad no me quiere ver más nunca en la vida? Nosotros hasta habíamos hablado de vivir juntos, así quizás en un tiempo…”
¡Basta! Deshazte -en la medida de lo posible- de esos pensamientos, que sólo logran sacarte canas y alimentar la incertidumbre que sentiste cuando caíste en cuenta que muy probablemente ya no hay anillo, ya no hay casa, ya no hay perro, ya no hay bebés… o por lo menos no con esta persona. Además, tus amigos están cansados de ese cuentico.
Lo cierto es que así como hay parejas que superan grandes crisis, también te las hay de las que se terminan para ya no volver y eso depende más de la alineación de los planetas que de tu voluntad. En el momento indicado sabrás a qué lado irá, no te desesperes.
Recuerda esto: “las historias y escenarios que creamos en nuestras mentes parecen tan reales, que nos hacen tener sentimientos sobre las cosas que no han sucedido aún”, según asegura Andrea Wachter, terapeuta especialista en este tema.
3. No tomes ninguna decisión importante
Porque es casi seguro que pongas la torta. No hay nada más pavoso que tomar una decisión desde la angustia. Olvídate de “¡Voy a renovar mi vida! Primero me cambio de carrera, luego renuncio a mi trabajo y me tomo 6 meses para mochilear en Katmandú”. Oye, no. Conserva tu vida lo más que puedas y vive un gran cambio a la vez: pasitos de bebé ¿ok?
4. Estás para ir a una terapia, no para ser el psicólogo de nadie
Segurito que te quiere escribir, que quiere saber cómo estás, te pregunta por tu vida y te cuenta de la suya ¿Y tú? Como sigues enguayabado, le respondes y tratas de que esta persona se sienta cómoda hablando contigo, tipo para no quedar como un loco.
¡Asúmelo! Estás herido y no la quieres ver. Te dijo que era nada más su “amiga” pero tan pronto como terminó contigo empieza a salir con ella. Estás en todo tu derecho de sentirte usado, molesto, herido, dolido y esa es la posición que has de tener. Así que si quieres colgar una diana en tu cuarto con una foto de esa persona y lanzarle dardos en la cara ¡Hazlo!. Pero no te estés tragando el dolor cada vez que te toca responderle un mensajito, que entienda que es mejor que por lo menos durante un tiempo no se hablen y ya.
5. Mosca con los vicios adquiridos
Sí, deja que tus amigos te sonsaquen y te atrapen antes de desmayarte de la ebriedad en una disco, pero cuidado con ponerte a destapar botella tras botella a solas en tu casa. El pensamiento de tu ex será como un camión que te pasa por encima, no hay necesidad de hacerse más daño uno mismo.
Cero empezar a fumar como prostituta en prisión, cero beber como Charlie Sheen y cero experimentar con cosas “más fuertes” para distraerte de tu depresión, madura chico.
6. No te anules del mundo
Continúa con tu vida a pesar de la ferviente (y estúpida) esperanza de que tu amorcito va a volver para arreglar eso que “nunca fue” porque ¿y si no vuelve? ¿te vas a quedar esperando en el pavosísimo muelle del San Blas para siempre? Por favor, no ¡Avanza! Y si regresa, que te encuentre 10 escalones más arriba. Con la dignidad hasta el fin.
7. Tómate tu tiempo
Está bien que necesites un poco de tiempo para asimilar este cambio, aprovéchalo para dedicarte a ti y a estar contento contigo mismo. Eso sí, los amigos en común no eran parte de la relación que terminó, no tienen por qué pagar las consecuencias con tu ausencia. La relación romántica era de dos y no debes explicaciones a nadie. Continúa cultivando amistades que valgan la pena.
8. Acepta, acepta
Aunque te parezca difícil porque la rutina cambia de la noche a la mañana, el tiempo no espera y será mejor que busques la manera más fácil de salir adelante; respirando y teniendo una actitud positiva hacia lo nuevo que te espera. Siempre es difícil, pero es más difícil quedarse. Ya terminó, es momento de darle vuelta a la página para que lo más nuevo, lo más rico y lo más bello llegue más pronto que tarde.
9. Cero pedir cacao
Mendigar amor es de las peores cosas que puedes hacer. Esto no te devolverá la felicidad, sólo hará que se prolongue tu estado de ruptura y dolor. Es un “estira y afloja” pero cuando uno de los dos ya tomó el fallo de dejar la relación, no hay vuelta atrás, será mejor que te preocupes solamente por recuperar el amor propio.
10. No te apresures en buscar “otro clavo”
No te decimos que renuncies al amor, al contrario. Sólo no te busques a alguien sólo para superar la pérdida, para no sentirte solo. El error está en que debes estar consciente de que tú mismo te eres suficiente para ser feliz y que en la medida en que te quieras tú mismo los demás te van a querer. Salir corriendo a enredarte con alguien puede ser incómodo para tu ex y muy insatisfactorio para ti.
DesdeLaPlaza.com /Una Lechuza /ABD