Florentino Pérez compareció este lunes en el Santiago Bernabéu para despedir, esta vez sí, como se merece a Iker Casillas y para defenderse.
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El presidente del Real Madrid aprovechó el acto, al que han acudido todos los miembros de la junta directiva del club, para asegurar que fue deseo expreso del portero salir del Madrid, para criticar a los aficionados que han pitado al portero durante esta temporada y para intentar lavar su imagen ante los que le reprochan que no haya defendido a Casillas como le ha hecho en otras ocasiones con otros jugadores.
El presidente del Real Madrid arrancó su discurso a la 1:00 pm (hora local) negando taxativamente que el club haya presionado a Casillas para marcharse tras 25 años de carrera en el club de su vida: «Iker nos deja porque ese ha sido su deseo. Nadie del Real Madrid le ha pedido que dejase el club. Ha tenido una oferta y pidió que la valoráramos. Casillas se ha ganado que el club haga el esfuerzo de escucharla».
Tras calificar a Casillas como «el mejor portero de la historia del Real Madrid» y desearle suerte en su nueva etapa en el Oporto, el mandatario ha reconocido que «la salida de nuestros jugadores nunca ha sido fácil. Pero en este club tenemos la obligación de venerar a nuestros ídolos. Yo, como presidente, he pedido siempre el máximo respeto por nuestros jugadores». Pérez aseguró que a él le «hubiera gustado que acabara su trayectoria en el Real Madrid»: «Pero le comprendo y le entiendo». Y anunció que el club «está trabajando para llevar a cabo el partido de homenaje que se merece y que va a tener» y cuya fecha podría ser la del 12 de agosto, para lo cual ya están hablando con el Oporto.
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Tras escuchar impasible a su hasta ahora presidente, Casillas subió al estrado del palco de honor del estadio madridista con un rostro un poco más sereno y relajado del que mostró ayer, en su despedida en solitario. Incluso bromeó sobre el tema diciendo: «Esta sí es la definitiva, ya no hay más».
Después, Casillas reconoció que se le hacía extraño comparecer ya como jugador del Oporto y solo tuvo palabras de agradecimiento tanto al club, como a todo «el madridismo y a los madridistas que me han arropado siempre». Incluso, se ha acordado de los sectores más críticos con él para firmar la paz: «Con los que he tenido alguna discrepancia, lo siento de verdad. Eso, apartado queda». Por último, el guardameta recordó que no dejará de ser madridista: «Siempre que pueda vendré a animar al Real Madrid. Seguiré llevando el nombre del Real Madrid allá donde vaya».
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