Tanto Obama, como el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, instaron a la comunidad internacional a seguir haciendo frente a la “agresión de Rusia” ymantener las sanciones.
Rusia fue también tema de conversación durante la jarra de cerveza que Merkel yObama se tomaron juntos, en medio de un foklórico acompañamiento de lugareños, en pantalón corto (‘Lederhosse’) ellos y en escotado vestido campesino (‘Dirndl’) ellas. “Ambos están de acuerdo en que la duración de las sanciones debe estar claramente en relación con la puesta en marcha completa de los acuerdos de Minsk por parte de Rusia y con el respeto de la soberanía de Ucrania“, indicó la Casa Blanca en un comunicado tras el bucólico encuentro, en el que también expresaron su preocupación por la reanudación de los enfrentamientos estos últimos días.
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Las fuertes sanciones implantadas por la UE contra Moscú, que afectan a sectores enteros de su economía como los bancos, la defensa y el petróleo, expiran el próximo mes de julio. Ante su inminente prolongación, Putin hizo llegar a Elmau desde Moscú una amenaza: el proceso de paz podría “estallar en pedazos“, a modo de la maldición de una bruja que no ha sido invitada a la exclusiva fiesta de los 7 países más desarrollados del mundo.
Esta es la segunda consecutiva sin la presencia del presidente ruso, apartado de este foro informal por el resto de mandatarios tras la anexión de la península ucraniana de Crimea. Todos los miembros del G7 mantienen los contactos bilaterales con Putin y en especial la canciller Merkel, que habla con él prácticamente cada semana. Con su exclusión desean sin embargo dejar sentado que la situación en Ucrania no es aceptada como nuevo ‘status quo’.
El frente común contra Putin destaca también debido a que es uno de los pocos asuntos en los que el G7 conserva la unanimidad. Francia e Italia se hacen las remolonas en la aplicación de las reformas defendidas por Alemania
DesdeLaPlaza.com/El País.es/AMH