Juan Carlos Varela, de 50 años, rompió ayer todos los pronósticos y conquistó la Presidencia de Panamá para el período 2014-2019, en una de las elecciones más cerradas en la historia reciente del país centroamericano.
El triunfo fue reconocido por el Tribunal Electoral panameño cuando, pasadas las 7:30 p.m., anunció que “tenemos más de un 60%, esta es una tendencia irreversible ya”, dijo el presidente del Tribunal; para ese momento, el presidente electo se había hecho con un 39% de la votación. El sistema electoral panameño no contempla segunda vuelta.
Varela es un empresario dueño de una industria fabricante de ron y, curiosamente, es el actual vicepresidente del país. El líder político se lanzó como parte de una alianza de los partidos Panameñista y Popular, y es uno de los más acérrimos críticos de Ricardo Martinelli, presidente saliente de Panamá, quien en 2011 separó al mandatario electo de su cargo como canciller. Desde entonces ambos dirigentes se distanciaron. El ahora presidente electo tiene como fórmula vicepresidencial a Isabel Saint Malo de Alvarado, 45 años, especialista en políticas públicas.
En su carrera a la Presidencia, Varela superó a seis candidatos más, dos de los cuales eran sus más cercanos contendores: el exalcalde de Ciudad de Panamá Juan Carlos Navarro, quien representa al opositor Partido Revolucionario Democrático (PRD, movimiento fundado por el difunto general Omar Torrijos), y José Domingo Arias, quien pertenece a Cambio Democrático, partido de gobierno (CD) y era el representante del oficialismo en la contienda.
Tras conocer el resultado de las votaciones, Martinelli exclamó: “Dios nos coja confesados. Yo conozco al candidato (Varela) y verdaderamente ‘Dios nos coja confesados’”, añadió un sorprendido Martinelli, en breves declaraciones a periodistas en el cuartel de campaña del candidato oficialista, José Domingo Arias.
Martinelli, es ese presidente muy amigo de Álvaro Uribe Vélez y María Corina Machado, tan amigo de ambos es, que en el primer caso tiene cuentas que explicar sobre pagos de favores con ganado y demás menudencias; y en el caso de la segunda, de manera unilateral la nombró representante de Panamá en la OEA, sólo para que pudiera ir a hablar mal del gobierno de Venezuela. Tal vez lo de Martinelli no sólo sea asombro, sino más bien una seria preocupación, esta derrota lo separa del poder severamente, y lo acerca mucho a los tribunales italianos, donde tiene cuentas pendientes con la justicia.
¿Quién es Juan Carlos Varela?
1. Es líder del Partido Panameñista. Llegó a la Vicepresidencia en julio de 2009 y a la titularidad la cartera de Relaciones Exteriores de la mano del presidente saliente Ricardo Martinelli con la Alianza por el Cambio.
2. La alianza entre los dos empresarios panameños duró poco. En 2011 Martinelli lo destituyó del cargo de ministro de Relaciones Exteriores y exigió su renuncia de la vicepresidencia, a lo que Varela respondió: “Yo sirvo al pueblo y no a un Gobierno corrupto”.
3. La razón de Varela para romper la alianza política era su desacuerdo con las presuntas intenciones de Martinelli de buscar la reelección. Además,denunció supuestos actos de corrupción del gobierno al adquirir helicópteros y radares a una empresa italiana de dudosa reputación.
4. Es Director de la empresa productora de licores Varela Hermanos desde 1985 y vicepresidente ejecutivo hasta enero de 2008, además deaccionista de las emisoras Radio Mix, La Típica y Blast.
5. El mandatario electo es licenciado en Ingeniería Industrial por el Instituto Tecnológico de Georgia (Estados Unidos).
6. Tiene tres hijos: Gian Carlo, Adrián y Stefan, con su esposa, la periodista Lorena Castillo, quien ha tenido participación activa junto a él en la campaña electoral.
7. En marzo ganó las primarias de su partido, con el 99 por ciento de los votos, para ser el candidato a las presidenciales.
8. La campaña electoral de Varela estuvo envuelta en escándalos que sugieren que estaba financiada por dinero ilícito. Un diario panameño publicó que supuestas cuentas bancarias abiertas en ese país recibían fondos de lavado de dinero provenientes de apuestas ilegales con el objetivo de ser invertidos en la campaña presidencial de Varela.
Desde la Plaza/El Confidencial / AMH