Las grandes ciudades repiten el esquema autonómico: las elecciones del pasado domingo han dado al traste con las mayorías absolutas. En las 52 capitales de provincia solo ha quedado una tras el 24-M, la que ha logrado el PSOE en Soria (40.142 habitantes). El PP es el principal perjudicado porque ha perdido las 30 mayorías absolutas que tenía desde 2011, aunque sigue siendo la lista más votada en 37. Pero la fragmentación política tiene un resultado: la izquierda, mediante pactos, puede acabar gobernando en la mitad de las grandes ciudades. Al menos en 27 capitales. La primera ha sido Valladolid, donde un acuerdo tripartito ha conseguido evitar este miércoles que el popular León de la Riva repita como alcalde, en favor del socialista Óscar Puente.
Lea también: España: la izquierda derrumba el poder absoluto del PP
El PSOE ha sido la lista más votada en seis ciudades, las mismas con las que se han hecho los nacionalistas y regionalistas. Las candidaturas de unidad popular impulsadas por Podemos han logrado más votos en las urnas que el resto de partidos en dos capitales (Barcelona y A Coruña).
La aritmética permite que los pactos entre fuerzas de la izquierda —contando al PSOE, Izquierda Unida y las candidaturas de unidad popular impulsadas por Podemos— arrebaten al PP casi una treintena de Gobiernos municipales. Y eso sin contar con un eventual apoyo de Ciudadanos a otras fuerzas que no sean el PP. El partido de Albert Rivera no descarta acuerdos con ninguna formación política (salvo las nacionalistas) aunque, eso sí, da prioridad en las negociaciones a la lista más votada.
Según ese esquema, y con independencia de lo que haga Ciudadanos, la izquierda puede gobernar en Barcelona, Madrid, Alicante, Sevilla, Cádiz, Castellón, Ciudad Real, Córdoba, A Coruña, Huelva, Lleida, Tarragona, Lugo, Mérida, Oviedo, Palma de Mallorca, Las Palmas de Gran Canaria, Pontevedra, Santiago de Compostela, Segovia, Soria, Tarragona, Toledo, Valencia, Valladolid, Zamora y Zaragoza.
DesdeLaPlaza.com/El País.es/AMH