Es uno de los pasos básicos y fundamentales para llevar un estilo de vida más saludable. Como su nombre sugiere, un buen desayuno significa romper el ayuno y es la primera oportunidad que tiene el cuerpo para consumir alimentos después de varias horas de descanso. Al desayunar, el organismo se recarga de energía para iniciar las actividades del día. De lo contrario, debe hacer un esfuerzo adicional y la falta de energía puede provocar, entre otros síntomas, disminución de la concentración o mal humor.
Acostumbrados a un ritmo de vida acelerado, para muchos, desayunar es una pérdida de tiempo. Sin embargo, el desayuno no tiene que ser complicado ni algo difícil de incluir en la rutina diaria. Prepararlo a base de lácteos, cereales y frutas tan sólo lleva tres minutos. Además, establecerlo desde la infancia y mantenerlo a lo largo de la vida es indispensable para conservar una salud óptima.
Un buen desayuno aporta los siguientes beneficios:
1. Brinda al cuerpo nutrientes importantes. Las personas que desayunan tienen un mayor consumo de vitaminas y minerales, aumentando la probabilidad de alcanzar la recomendación diaria. El tipo de alimentos que se incluyen resulta clave; por ejemplo, al incorporar cereal, se tiene una mayor ingesta de 10 vitaminas y minerales esenciales como vitaminas A, C, E, ácido fólico, hierro y zinc.
2. Contribuye a tener un buen desempeño físico y mental. El hambre puede causar distracción. La evidencia científica demuestra que desayunar está relacionado favorablemente con aspectos de la función de la memoria en personas de distintas edades: memoria de corto plazo y capacidad para recordar.
3. Previene enfermedades. Disminuye el riesgo de padecer ciertas enfermedades como diabetes tipo 2, síndrome metabólico y enfermedades cardiovasculares. Quienes desayunan tienen mejor concentración de triglicéridos y colesterol LDL en la sangre, factores que protegen de enfermedades al corazón. Además, evitar ayunos prolongados mantiene las concentraciones normales de glucosa e insulina en la sangre, y favorece a no desencadenar diabetes tipo 2.
4. Favorece un peso saludable. Existe una asociación positiva entre las personas que desayunan y el peso sano. Estudios realizados en la Universidad de Massachusetts afirman que el riesgo de presentar obesidad se incrementa 4.5 veces entre quienes no desayunan comparado con los que sí lo hacen. La asociación de un peso más sano y el desayuno se podría deber a una mejor calidad en la dieta (menos alimentos altos en grasas saturadas y colesterol, y más cereales con fibra, lácteos y frutas) que ayuda a mantenerse satisfechos hasta la próxima comida, y a controlar las calorías que se consumen a lo largo del día.
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