Ante el hecho de que este procedimiento representa una de las operaciones más frecuentes en el mundo, con tasas que van en ascenso especialmente en países de ingresos medios y altos, la OMS llamó nuevamente a las naciones a realizar la cesárea cuando sea medicamente necesaria.
La “Declaración de la OMS sobre tasas de cesárea”, señala que “debe hacerse todo lo posible para realizar cesáreas a todas las mujeres que lo necesiten”, es decir, que las decisiones deben estar basadas en las características y necesidades de cada mujer.
Desde 1985 –se lee en el documento– los profesionales de la salud de todo el mundo han considerado que la tasa ideal de cesárea debe oscilar entre el 10 y el 15%. También desde entonces, las cesáreas son cada vez más frecuentes tanto en países desarrollados como en naciones pobres.
En América, la tasa de cesáreas es de 38.9% en promedio, según los últimos datos disponibles de 25 países. Esta cifra, sin embargo, podría ser mayor, ya que en muchos casos no se tiene en cuenta las cesáreas que se realizan en el sector privado, informó la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
En su declaración –basada en estudios elaborados por el Programa Especial para la Investigación, el Desarrollo y la Formación de Investigadores sobre Reproducción Humana–, la OMS destacó que la cesárea, “cuando está justificada desde el punto de vista médico”, es eficaz para prevenir la morbimortalidad materna y perinatal.
Sin embargo, no están demostrados los beneficios del parto por cesárea para las mujeres o los neonatos en quienes este procedimiento resulta innecesario.
Además de que la cesárea está asociada a riesgos a corto y a largo plazo que pueden perdurar por muchos años después de la intervención y afectar la salud de las mujeres y del neonato, así como a cualquier embarazo futuro. “Estos riesgos son mayores en las mujeres con escaso acceso a una atención obstétrica integral”, destaca.
Por otro lado y debido a su mayor costo, las tasas elevadas de cesáreas innecesarias pueden consumir recursos de otros servicios en los sistemas de salud de por sí ya sobrecargados y frágiles.
La falta de un sistema estandarizado de clasificación internacionalmente aceptado para vigilar y comparar las tasas de cesárea de una manera uniforme y orientada a la acción, es uno de los factores que ha obstaculizado una mejor comprensión sobre la forma en que se relacionan las altas tasas de cesárea con la mortalidad materna.
Por ello, la OMS propone la adopción de la “clasificación de Robson” como un sistema de clasificación de cesáreas internacionalmente aplicable.
El sistema de Robson clasifica a todas las mujeres admitidas para parto en uno de 10 grupos basados en características que son fácilmente identificables, como: número de embarazos anteriores, si el producto viene de cabeza primero, la edad gestacional, las cicatrices uterinas anteriores, el número de bebés y la cantidad de horas en el trabajo de parto.
El uso de este sistema facilitaría la comparación y el análisis de las tasas de cesáreas entre y dentro de diferentes establecimientos, y en todos los países y las regiones.
DesdeLaPlaza.com/Proyecto Diez/Gvans