Un estudio realizado en 2014 la Universidad de Oslo, Noruega, asegura que entre más grandes son los testículos, hay más posibilidad que los hombres sean infieles.
En la investigación realizada con primates, se dedujo que un macho con testículos grandes tiene una mayor cantidad de espermatozoides, por lo tanto, está motivado a difundir sus genes a través de múltiples hembras.
Por si fuera poco, también se determinó que el grado de infidelidad de las hembras está relacionado por el tamaño de los órganos glandulares masculinos. Esto es debido que al ser más selectivas, las hembras buscan a un varón que logre la misión de la procreación, pero a la vez a uno que tenga más probabilidades de ser fiel.
«Podemos determinar el grado de fidelidad en la mujer mirando el tamaño de los testículos de los machos. Cuanto menos fieles las hembras, más grandes los testículos de los machos”, dijo el profesor Petter Bockman, que encabezó la investigación.
¿Aplicará este resultado en los humanos? Es muy difícil explicar el término fidelidad en los animales, ya que pocas especies de primates son realmente monógamas.
La infidelidad implica el engaño y la traición, algo que únicamente los seres humanos sienten. Las hembras de cualquier especie no se comprometen con un macho, por lo que no le son infieles; sin embargo, sí pueden ser más o menos promiscuas.
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