Las mujeres dedicamos varias horas de nuestro día al cuidado del cabello y el rostro. Gastamos mucho dinero en productos que hagan lucir mejor la cabellera, y qué decir del dineral que invertimos en cremas, tratamientos y todo aquello que promete darnos juventud y belleza.
Estudios señalan que una mujer ejecutiva gasta gran parte de sus ingresos mensuales en productos de belleza. Sin embargo, olvidan cuidar la zona vaginal.
Ese descuido puede traer graves consecuencias. La flora bacteriana y otros elementos que componen el ecosistema vaginal pueden sufrir alteraciones provocando infecciones. Pero no solo eso. El uso de antibióticos, anticonceptivos, el periodo, los malos hábitos alimenticios y de higiene, las duchas vaginales y las relaciones íntimas son factores que exponen la zona V.
“Es importante que las mujeres desde que son niñas tomen conciencia del cuidado que deben prodigar a esta zona. De una buena higiene depende su salud íntima”, explica la ginecóloga Gilma Durán.
Y es que resulta que la acidez de la piel vulvar tiene la función de inhibir el desarrollo bacteriano, cuando el pH está bien, la mujer tiene una sensación de bienestar general. “El desequilibrio del pH trae como consecuencia incomodidad, dolor y ardor en las relaciones sexuales”, explica la doctora Durán.
Y es que hoy en día la zona cobra mayor importancia. Existe un auge de tratamientos de rejuvenecimiento genital o vaginal. Este se está convirtiendo en uno de los tratamientos más solicitados.
“El rejuvenecimiento genital mejora el tono del músculo vaginal, su fuerza y control”, explica el cirujano plástico de la Universidad del Rosario, Mauricio Herrera.
Pero agrega la ginecóloga que hay que comenzar por el tratamiento más importante, antes de pasar a la estética: “La higiene correcta siempre será el primer paso, un producto que promueva la limpieza e hidrate la piel de la zona. Y lo mejor, no requiere receta médica”.
DesdeLaPlaza.com/El Espectador/AMH