Medios de comunicación, redes sociales, páginas especializadas… El catalogo es infinito cuando se trata de conseguir consejos para una “buena alimentación”, con la perenne promesa de una vida saludable.
Sin embargo, las recomendaciones son tan amplias como las contradicciones entre una afirmación u otra. Un artículo publicado recientemente por la BBC, refiere que en período de cuatro años han surgido varios estudios –publicados por importantes revistas de nutrición- sobre el consumo de huevos, con posturas tan opuestas que una sugiere múltiples beneficios de consumirlo diariamente, mientras que otra indica que es tan dañino como fumar… Solo por dar un ejemplo.
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Sin fórmulas mágicas
Entonces ¿a quién creer y cuáles consejos seguir? El nutricionista y profesor de la Universidad Central de Venezuela, Pablo Hernández, asegura que no existen fórmulas mágicas para la buena nutrición, pues cada individuo es diferente y debe adaptar su alimentación lo que su organismo requiera, incluso considerando su cultura, nivel socioeconómico, entre otros factores.
La “sobre información” puede ser tan toxica como una comida en mal estado.
“No debemos caer en la infoxicación, principalmente en la web, pues la cantidad de información es tan amplia como variada, y no necesariamente es apta para todo persona. Recordemos que debemos ser analizados como individuos, pues la absorción y el metabolismo no es igual para todos”
Asimismo, refiere que no se puede categorizar a los alimentos como buenos o malos. Todo dependerá de cómo sean consumidos.
“Todos los alimentos pueden ser ingeridos en algún u otro momento. La cuestión es tener en cuenta la cantidad y la calidad de lo que consumimos. Por ejemplo, comerse una arepa de medio kilo por supuesto que no es saludable, pero si nos mantenemos en unos 150 gramos y a la masa le mejoramos la calidad agregándoles ingrediente como afrecho, avena, linaza, entre otros, el panorama cambia”.
Ni tan “light”
La mercadotecnia y el bombardeo de productos con etiquetas “ligh” también han contribuido en las dudas con respecto a lo que es bueno para nuestra nutrición o no. No todo lo que obtente esta famosa palabra, significa que es apropiada para nuestro consumo.
El especialista explica que el termino se aplica, usualmente, para indicar 50% menos de calorías o algún otro nutriente en comparación a su versión original.
“Si te ofrecen unas papas fritas ‘light’ no significa que no subirás de peso consumiéndola. Si el platillo original contiene 500 calorías, y la versión ligera ofrece 250, este sigue siendo un número importante. Es decir, ‘light’ no es sinónimo de dietético o saludable”, explicó.
Acudir al especialista
Antes de seguir las recomendaciones de los numerosos “gurús” del fitness que se hallan fácilmente en la red, o darles demasiada importancia a los titulares de las revistas, es importante acudir a los especialistas que nos recomendará y analizará como individuos.
“Los especialistas te puede orientar sobre la alimentación que debe seguir de acuerdo a sus necesidades, con una previa evaluación médica y nutricional, para hacer realizar un régimen adecuado, que por supuesto el cuerpo agradecerá muchísimo”, concluyó.
DesdeLaPlaza.com /ABD