Si elegimos un punto de referencia con el que relacionar el movimiento de la Tierra, podemos deducir que nuestro planeta gira a alrededor de 1.609 km/h en la zona del ecuador.
A la vez, gira alrededor del Sol a una velocidad aproximada de 106.217 km/h y se mueve alrededor del centro de la galaxia, la Vía Láctea, a alrededor de 777.000 km/h. Asimismo, viaja hacia la galaxia Virgo a casi 2 millones de km/h.
Todos estos movimientos son resultado de la interacción gravitacional de cuerpos astronómicos y de la «ley de conservación del moméntum angular».
Durante la formación del Sistema Solar, el moméntum de la nube de la que se formó la Tierra se conservó mientras se produjo el colapso, lo que dio por resultado las altas velocidades de desplazamiento.
Lo mismo aplica a la Vía Láctea: cuando la galaxia colapsó desde una gran nube de gas en rotación, giró incluso más rápidamente y las estrellas que se formaron en su interior retuvieron esas altas velocidades de órbita.
DesdeLaPlaza.com/SINC/AMH