El hombre trabajaba en un rancho cuando fue descubierto en 1968 por la agencia de publicidad Leo Burnett, que buscaba un modelo auténtico para su campaña que tenía como objetivo exaltar la virilidad del fumador. Previamente el papel había sido representado por un actor.
El ‘hombre Marlboro’, cuyo rol fue ocupado por otras personas con el paso de los años, permanece en la historia de la publicidad como ejemplo de una campaña particularmente exitosa. que luego se convirtió en el símbolo de los peligros del tabaco.
Cuatro modelos murieron por enfermedades vinculadas al cigarro.
Cuando se le preguntó a Winifield qué hubiera sido de su vida si no se hubiera convertido en el «hombre Marlboro», este padre de seis hijos respondió que hubiera sido «la misma», recuerda el diario.
Desde la Plaza/Pulzo/AMH