La mujer que el pasado sábado asesinó a su compañero Carlos Ramírez (43), descuartizó el cadáver y lo cocinó durante varias horas en una olla de presión en la localidad de Molina, dijo haberse inspirado en series policiales para cometer el crimen que conmocionó a la sociedad chilena.
Roxana Valdés Cano (39) mató a su pareja luego de enterarse de que este le había robado cinco millones de pesos (unos 9000 dólares) que guardaba en su casa. La mujer enfurecida tomó una pistola y le disparó, provocándole la muerte. Acto seguido descuartizó el cadáver.
Valdés “recordó las series de corte policial que veía. Tomó un cuchillo tipo serrucho con el que cortaba auyama, y procedió a amputarle la cabeza y las extremidades”, explicó a El Mercurio el capitán de la Policía de Molina, Francisco Cabrera.
“Puso los restos en una olla y los hirvió por horas”, explicó Cabrera, a quien la mujer le confesó su crimen. Ella hirvió los restos de su pareja “porque había visto en películas que de esta manera no se derramaría tanta sangre”.
En su declaración, Roxana Valdés confesó que pensó en deshacerse del cuerpo, pero no podía, “metí los restos en unas bolsas y los subí a mi carro, en un principio tenía intención de enterrarlos, pero no tuve valor y me devolví”, según cita La Tercera.
La mujer no pudo con el peso de su conciencia y se entregó a las autoridades el domingo y confesó su macabro crimen.
Según la fiscal Mónica Barrientos, «existía una denuncia previa en 2012 por violencia intrafamiliar».
DesdeLaPlaza.com/AFP/COM