El año 2014 le dejó regalos invaluables a Jorge Linares: una familia, su tercer título mundial y un espacio irremplazable en el Olimpo del boxeo venezolano. El púgil de Barinas no dio tregua al mexicano Javier Prieto y lo venció con un contundente nocaut en el cuarto asalto, para proclamarse monarca de peso ligero del Consejo Mundial de Boxeo, en el Metropolitan Gym de Tokio, en Japón.
Su hazaña va más allá de un cinturón nuevo para su vitrina. Con el histórico triunfo, el criollo se unió a Leo “Torito” Gámez, como el segundo venezolano en convertirse en tricampeón mundial, y confirmó que su seudónimo, “Niño de Oro”, sigue más vigente que nunca.
“Con la preparación que tuvimos, jamás íbamos a perder”, aseveró el criollo a Líder, sin titubear, tras el careo que escribió su nombre en la historia.
“Todo salió excelente. Gracias a Dios el triunfo se dio aquí, en la que es como mi segunda casa”, expresó Linares, quien no escatimó en elogios para su cuerpo técnico. “Tenemos una esquina increíble. Agradezco enormemente a mi entrenador Sendai Tanaka, a Ismael Salas y Rudy Hernández por ayudarme a conseguir este triunfo”.
El careo
El primer campanazo tuvo lugar alrededor de las tres de la mañana (hora local), y estuvo protagonizado por un Jorge Linares enfocado, que subió al ring con un claro objetivo: quedarse con el cetro.
Dos rounds de tanteo bastaron para demostrar la supremacía del criollo, quien no desajustó su ritmo, pese a los intentos del azteca de amilanar su defensa.
“Yo sabía que todo iba a salir muy bien, solo tenía que cuidarme de las partiduras, los cabezazos”, dijo. “Pero Prieto es un boxeador limpio, y eso fue lo que más me gustó. Todo el mundo sabía que íbamos a tener una pelea limpia”.
No obstante, para el barinés también fue una sorpresa la rapidez con la que terminó el combate. Tras culminar el tercer asalto, donde el mexicano estuvo visiblemente más activo en la ofensiva, al venezolano solo le bastó un minuto con 50 segundos para derribarlo, con una fulminante combinación de gancho izquierdo y un contundente derechazo en upper, hacia la cabeza.
La gesta
Con la conquista de su tercer título mundial, Jorge “Niño de Oro” Linares escribió su nombre en las páginas doradas del boxeo venezolano, como el segundo criollo en conquistar tres campeonatos en distintas categorías. Mérito extra tiene que lo haya logrado con cuatro años menos que Leo Gámez, siendo así, el púgil más joven en completar la gesta.
“No era una meta que tenía planteada, pero son objetivos que se logran cuando uno de verdad los quiere, cuando se tiene hambre de ganar. Mucha gente en Venezuela, en mi familia y en Japón sí soñaban con esto, y el sueño se ha hecho realidad”, expresó.
“Ahora hay que aprovecharlo, tenemos el compromiso inmenso de defender este título, y no permitirnos otra derrota. Estamos bastante maduros, ya hemos corregido muchas cosas y es el momento de dar más”.
Las derrotas del pasado no lo amilanan. El barinés ahora está dispuesto a conservar su cetro por un largo período.
“Le doy las gracias a Ismael Salas, que me ha ayudado muchísimo. Lamentablemente, no pude tenerlo presente, pero él siempre está ahí al tanto de todo. Ahora estamos con Sendai Tanaka, con quien teníamos más de dos años sin trabajar. Con él, seguimos el mismo ritmo de trabajo e hicimos lo que se debía a hacer. Hoy (ayer) se vieron los resultados”.
Preparado para 2015
Al púgil le esperan este año citas boxísticas importantes, donde figuran una o dos defensas opcionales del título que ostenta desde ayer.
Como hace unos meses, cuando Omar “Panterita” Figueroa fue designado como campeón en receso por el CMB, dándole la oportunidad de disputar la corona vacante, el criollo está preparado física y mentalmente para los retos que le planteen este año.
“Me gustaría hacer una defensa en Estados Unidos”, aseveró el venezolano, quien indicó que seguirá el mismo ritmo de entrenamiento que mantuvo en 2014.
Sin embargo, no solo los compromisos deportivos ocupan la mente del ahora triple coronado mundial como boxeador. Su primer hijo viene en camino, y el barinés no contiene la emoción cuando habla de ello. Para él, todos los triunfos que coseche desde ahora serán en honor al pequeño o pequeña Linares.
El púgil expresó que le gustaría hacer una defensa en Venezuela, para que su país natal «pueda ver a Jorge Linares en vivo”.
Desde la Plaza/Líder/AMB