Es muy cierto que el desayuno es la comida más importante del día, pues es el momento en el que nuestro cuerpo recibe alimento después de tantas horas de descanso. Además, la hora de desayunar ayuda a la concentración, bien sea en el trabajo o el estudio, disminuye el nivel de cansancio y evita el mal humor.
La nutricionista estadounidense Keri Gans, autora de «La dieta del pequeño cambio» explica: «Imagina este escena: te levantas en la mañana y necesitas manejar tu auto al trabajo. Pero el estanque de tanque está vacío, así que desafortunadamente no puedes hacerlo. Ahora imagínate a ti misma levantándote y saltándote el desayuno. ¿Cuán lejos piensas que llegarás durante el día?».
Según Gans la comida es nuestro combustible y para comenzar bien el día, «se debe comer». Pero ojo, es importante tener en cuenta cuáles son las cosas que se deben ingerir y cuáles no, porque tomar un mal desayuno hará que la persona quede con hambre y necesite comer nuevamente en poco tiempo.
Según sus años de experiencia, la nutricionista resalta que ha podido determinar varios errores que se suelen cometer a la hora de desayunar. Por ello, escogió cinco de los más comunes y los compartió en la sección de salud del sitio U.S.News & World Report:
1. Falta de proteínas
La especialista afirma que un plato de cereales con un poco de leche puede ser una buena opción para el desayuno, pero el problema se presenta cuando las personas se comen sólo los cereales y no se toman la porción de leche, y como las proteínas son más fáciles de digerir que los carbohidratos, es probable que el hambre toque muy pronto las puertas.
“Si no quieres tomarte la leche, agrega un huevo duro a tu comida para obtener más proteínas. También puedes consumirlas a través de una tostada 100% integral” aconseja.
2. El bajo consumo de fibra
El azúcar presente en muchos de los cereales suele digerirse muy rápido y, por esto, aparece el hambre. Es decir, mientras más fibra se consume, la sensación de llenura durará más tiempo. Por esto la profesional menciona que su «regla de oro para los cereales» es que éstos tengan mínimo cinco gramos de fibra y que haya más de esto que de azúcar.
“Para obtener más fibra, agrega chía o semillas de linaza. Si eliges esta última opción, asegúrate de molerlas antes para aprovechar todos sus beneficios nutricionales”, dice.
3. No comer grasas
«Una comida sin grasas puede hacerte sentir hambrienta dentro de una hora”, afirma Gans. Por esta razón, sugiere que durante el desayuno, el yogurt sin grasas sea sustituido por uno que tenga 2% de ellas, o en tal caso, le agreguen nueces para evitar tener hambre en tan poco tiempo. Sin embargo, resalta que esto no quiere decir que mientras más grasas consuma, mejor. «Un poco de grasa puede durar un rato largo» detalla.
4. Ingerir la cantidad de comida suficiente
Con relación a los desayunos del tipo «llegar y llevar», como por ejemplo comer una manzana de camino al trabajo, la médico dice que no son buenos para iniciar el día. Así que recomienda que la primera comida se consuma sentados y muy conscientes de lo que va a nuestro estomago. Explica que bastan 300 ó 400 calorías para satisfacer a una persona. “A medida que la hora de almuerzo de acerca, esas calorías extras no serán relevantes y habrán ayudado a no alimentarse en exceso”, dice.
5. Desayunar muy tarde
La nutricionista recomienda comer minutos después de haber despertado, pues mientras más tiempo se demore la persona en tomar el desayuno, más hambre tendrá y más difícil será satisfacerla al comer. Según Gans, si el desayuno está relativamente cerca de la hora de almuerzo, el objetivo de brindar energía al cuerpo para que esté varias horas sin comer, no tendrá sentido.
“Sé que para algunas personas esto es realmente imposible, y por eso soy un poco flexible con esta ‘regla’ y les digo (que coman) tan pronto como puedan. Pero honestamente, mientras más tiempo se espere, más hambriento se estará, haciendo que la persona coma más de lo que debería o bien coma mal”, detalla.
DesdeLaPlaza.com/ Emol/ KH