Si comes grandes cantidades de comida rápidamente, sin tener sensación de hambre y además te escondes para que no te vean, podrías estar sufriendo un trastorno por atracón.
Se trata de una patología que se basa en el hábito repetitivo de ingerir enormes cantidades de alimentos de manera rápida y descontroladamente, sin que exista la sensación de hambre y además haciéndolo a escondidas. Esta acción provoca al que lo hace, que la ansiedad y la angustia se aplaquen.
Este trastorno lo sufre entre un 2% y un 5% de la población general, y se presenta en una edad bastante superior al de otros trastornos de la alimentación como la bulimia o la anorexia, ya que suele aparecer entre los 25 y los 40 años.
Anteriormente, el trastorno por atracón era diagnosticado como un subtipo de bulimia nerviosa pero fue reconocido posteriormente como un trastorno con entidad propia debido a sus diferencias.
Las personas que sufren el trastorno por atracón no se autoprovocan el vómito, no utilizan diuréticos o laxantes, no realizan ejercicio intenso ni cualquier otra conducta de compensación, de ahí que presenten altos índices de obesidad. Además, suelen tener más dificultades para gestionar el estrés, tienen muy poca autoestima y son más impulsivos que las personas que sufren otro tipo de trastorno alimentario.
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