La extensión de los hábitos alimenticios occidentales, ricos en grasas y calorías, es perjudicial para el medio ambiente y la salud, y favorece la incidencia de enfermedades como la diabetes tipo 2, según un estudio que publica este miércoles Nature.
«El gran desafío ante el que nos encontramos es cómo convencer a 7.000 millones de personas para que cambien sus hábitos alimenticios», dijo a Efe David Tilman, profesor de Ecología de la Universidad de Minnesota y uno de los autores de la investigación.
La dieta occidental es rica principalmente en azúcares, grasas animales, almidones refinados, carbohidratos y carnes, ingredientes «malos» para la salud que incrementan el desarrollo de algunas enfermedades. El aumento en la incidencia de la diabetes tipo 2, las patologías coronarias del corazón y otras enfermedades crónicas son algunas de las consecuencias de esos hábitos alimenticios.
Además, tienen impacto negativo sobre el medio ambiente ya que «producir carnes es especialmente dañino debido a las grandes emisiones de gases causantes del efecto invernadero que generan estos animales», explicó Tilman.
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