Un estudio presentado en la conferencia internacional de la American Stroke Association, estableció que el uso de la cocaína incrementa el riesgo de sufrir una apoplejía (infarto cerebral) en adultos jóvenes, incluso luego de 24 horas de consumida.
El infarto cerebral ocurre cuando una vena que transporta sangre al cerebro se bloquea, impidiendo el flujo.
“La cocaína es uno de los factores de riesgo que investigamos y nos asombró cuán fuerte es la asociación entre la cocaína y el riesgo de apoplejía en jóvenes adultos”, explicó Yu-Ching Cheng, médico encargado de la investigación,
Además de factores hereditarios, hábitos personales e historial clínico, la cocaína es un factor de riesgo “mucho mayor que otros factores, como la diabetes, la hipertensión arterial y el tabaquismo”, subrayó.
En una comparación de más de mil casos de apoplejía en pacientes de entre 15 y 49 años, más de una cuarta parte afirmó tener antecedentes de uso frecuente de cocaína (con el doble de frecuencia en hombres). Pese a ello, las conclusiones del estudio fueron que un historial de uso o adicción a la cocaína y su relación con el infarto cerebral son independientes del género o etnia de los pacientes, y que el uso agudo de cocaína (sin revelar dosis) 24 horas antes de un infarto cerebral, fue una de las constantes.
Los investigadores creen que la probabilidad de sufrir un infarto cerebral aumentó de seis a siete veces en los participantes durante las 24 horas posteriores al consumo de cocaína.
Para Cheng, “la cocaína no es sólo adictiva” sino que pone en riesgo la salud del sistema circulatorio, sugiriendo incluso que en el futuro los hospitales deberían hacer pruebas de consumo de cocaína en pacientes ingresados por infarto cerebral, pues en el presente estudio “sólo un tercio de los jóvenes pacientes se hizo análisis de toxicología durante la hospitalización. Pensamos que el porcentaje de usuarios de cocaína puede ser mayor que el que reportamos”.
Desde La Plaza/ Pijama Surf/ YIB