Este sábado 20 de junio serán presentadas en el Museo Alejandro Otero (MAO) las muestras Lección de arte de Beuys para la educación de Tío Conejo de Macjob Parabavis; Cafeteras. Sensaciones poéticas de un elemento cotidiano de Miguel Triviño; y Sueño y abismo de David Cedeño.
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Los asistentes al MAO podrán disfrutar de estas propuestas individuales completamente distintas pero igualmente atractivas.
Conoce un poco más de las muestras:
Tío Conejo a través de Macjob Parabavis
El llamativo título de esta muestra atiende al propósito de Parabavis de usar la imagen de Joseph Beuys (artista alemán) en su acción Cómo explicar los cuadros a una liebre muerta (1965) a través de la que intentaba mostrar la imposibilidad de pedirle a la naturaleza (la liebre muerta) respuestas sobre el arte y la sociedad.
Al aplicar esta premisa al entorno local -a través de la figura de Tío Conejo- el artista se propone “confrontar al espectador con un tipo de aprendizaje artístico fuera del maniqueísmo del bien y del mal, más allá de los márgenes de esa sistematicidad académica que fácilmente puede reproducir una suerte de automatización reiterativa de nociones y prácticas”.
Homenaje a Otero a través de Cafeteras
Miguel Triviño ofrece en la sala 4 un recorrido por instalaciones, pinturas y dibujos llevado por las sensaciones que suscita el café y su aroma, donde la cafetera no es solo un objeto habitual sino que se humaniza (dada la sugestiva corporeidad femenina que le otorga el pintor), sin obviar la investigación de elementos plásticos como la línea o el color.
En esta exhibición el autor brinda “un homenaje al Maestro Alejandro Otero y también al cafecito colado de nuestras mañanas. Para sumergir al observador en su particular universo”, señala el texto que acompaña la misma.
Memoria creadora de David Cedeño
En la sala 5 David Cedeño plena los espacios con pinturas de intenso colorido y textura, ligadas a lo sagrado, al misticismo, a la religiosidad, a la mitología, indagando en los fantasmas que desplegamos -de una manera inconsciente- a lo largo de nuestras vidas.
La experimentación está presente con el uso de óleos, acrílicos, pastel, grafito, gesso, creyones, pintura industrial, resinas sintéticas, entre otros, que -a su vez- aportan conceptos adicionales a sus piezas.
Las obras expuestas, en las que la memoria juega un papel fundamental, evidencian situaciones íntimas y personales. La búsqueda en lo interno, en lo íntimo, se ha profundizado con la intención de dar a sus propuestas, nuevos significados: son sueños idealizados que nos revelan situaciones inconscientes ya vividas, que pueden en un solo momento hundirnos en las profundidades del abismo, sostiene Principal.
Tres enfoques para abordar el arte contemporáneo que ofrecerán experiencias particulares al público hasta el mes de septiembre.
DesdeLaPlaza.com/Prensa Fundación Museos Nacionales/COM