Nacieron en Salta, una en cuna de plata, la otra en una cama hecha de paja. La primera se llama Elizabeth y sus padres tenían estancia, la segunda Mabel y sus padres vivían en un rancho por los cerros. El destino las unió cuando el padre de la primera, le ofreció dinero a los de la segunda para que su hija trabaje en su casa, por techo, comida y educación; así fue que Mabel fue Niña de Guarda o de Compañía.
Vivían prácticamente juntas, Elizabeth veía en Mabel a una amiguita de juegos que vivía con ella, en la habitación del fondo de la casa; para Mabel, Elizabeth era la hija del patrón, aunque ésta no la entendía cuando así la llamaba.
El Padre le había dado la orden: Ud. me cuida la niña que no le pase nada, le dijo cuando empezó la primaria, orden que amplió cuando empezó la secundaria: Que ningún mozo se haga el vivo y me le haga perder el virgo. Si alguno la busca Ud. la defiende o les saca Ud. las ganas. Y le empezó a dar a Mabel anticonceptivos, además para no dejarla preñada, como le decía cuando todos dormían y él se le metía en la cama.
Elizabeth empezó a sospechar que algo andaba mal con su amiga, ya no jugaba como antes, ni se ponían a leer poesía bajo la sombra de los cerezos, ni se tomaban de la mano y caminaban por la plantación.
Terminando el secundario, Elizabeth le encontró a Mabel un libro sobre el Che, y se lo pidió, ella le prestó ese y uno sobre los pueblos originarios en la Argentina.
Era noviembre, las dos habían terminado el secundario, las dos eran amigas más allá de lo que ellas mismas creían, en una tarde bajo un manzano Mabel le contó todo sobre su padre y como ella llegó a la casa. A Elizabeth se le llenaron los ojos de lágrimas, y le dijo no te preocupes, ahora nos vamos a Córdoba a estudiar las dos, pero tu padre no quiere dijo Mabel, tu padre nos quiere separar, prepará tus ropas, que yo preparo las mías y nos vamos, le dijo.
Elizabeth fue al estudio del padre, desde la calle se escucharon los gritos de ambos discutiendo.
Hace dos años ya que viven en Córdoba, Mabel estudia Licenciatura en Trabajo Social, Elizabeth Psicología; estaban las dos tomando mate, cuando Elizabeth le leyó el concepto de resiliencia, Mabel la escuchó y le dijo: o sea ¿que yo soy resiliente? No, le dijo Elizabeth vos no, yo lo soy, ya que salí de una familia de oligarcas y explotadores y ahora sé, que la gente no vale por lo que tiene sino por lo que es y que ninguno es más que otro, que de nada vale la igualdad de oportunidades sino hay oportunidad de igualdad, y eso lo aprendí de vos.
Lo que el padre de Elizabeth no sabía es que Mabel cumplió su orden y más, ella no sólo le cuidó la virginidad, sino que la acicaló, la besó, la tomó entre sus dedos y la guardó para siempre en su corazón.
Resilencia
Es la capacidad que tiene una persona o un grupo de recuperarse frente a la adversidad para seguir proyectando el futuro. En ocasiones, las circunstancias difíciles o los traumas permiten desarrollar recursos que se encontraban latentes y que el individuo desconocía hasta el momento.
DesdeLaPlaza.com/Nito Biassi