No. De hecho, un estudio de 2014 de la Universidad de California, en Estados Unidos, descubrió que existe una asociación entre ser muy rico y muy pobre con índices elevados de enfermedad mental.
Esto no quiere decir, necesariamente, que el dinero -o su falta- puedan enloquecerte. El estudio halló que aquellos con más riego de tener una personalidad narcisista o bipolar tienden a estar más orgullosos de sus logros y están más decididos a conquistar el poder a expensas de sus relaciones personales.
Esta es gente que tiene más probabilidades de hacer mucho dinero. Pero si está demasiado afectada por su desorden mental, puede acabar desempleada o en bancarrota.
Varios estudios también analizaron la felicidad en el largo plazo de personas que ganaron la lotería y descubrieron que estas no eran mucho más felices.
La riqueza repentina puede de hecho impedir que disfrutemos de las cosas simples que solíamos disfrutar, como reírnos de una buena broma o mirar televisión.
DesdeLaPlaza.com/Boletín Científico/AMH