Suni era vital para la supervivencia de su especie
Aunque suene doloroso hay especies con tan pocos animales que se pueden contar con los dedos. Tristemente, ese es el caso del rinoceronte blanco, del mismo solo quedan seis en todo el mundo.
Eran siete, pero este lunes se conoció que ha muerto Suni, el séptimo rinoceronte blanco que quedaba en el mundo.
Suni, nació en cautiverio en un zoo de la República Checa en 1980, llevaba cinco años viviendo en Kenia, donde fue encontrado muerto. Los veterinarios no han aclarado las causas de la muerte, pero explicaron que no fue cazado.
«Los veterinarios del Servicio de Fauna de Kenia realizarán un examen post mortem en cuanto les sea posible», ha confirmado la organización conservacionista de Kenia Ol Pejeta, explica Europa Press.
Solo queda un macho
Además de ser uno de los siete rinocerontes blancos norteños del mundo, Suni era uno de los dos únicos machos que podían tener crías que quedaban vivos. Suit, el padre de Suni, falleció en 2006, también a los 34 años, y de causas naturales.
Ahora los conservacionistas tienen un macho y dos hembras que pueden reproducirse. Y eso no sucede a menudo. Cuando Suni fue apareado con la hembra Najin en abril de 2012, era su primera vez en 10 años.
Desde La Plaza / huffingtonpost / JT