«Tengo la convicción de que no existes, y sin embargo, te siento cada noche»
Palabras cargadas de sentimiento y emociones, palabras que llegan al alma misma. Así está plasmada la pluma de Mario Benedetti que traslada al escenario, al sentir de los personajes en cada historia, en cada poema, en cada letra. Este gran escritor uruguayo, es más reconocido como poeta que como narrador, sin embargo, a lo largo de su dilatada existencia, escribió novelas que han marcado hito en la literatura hispanoamericana.
En esta ocasión, en Desde La Plaza te invita a pasearte por las líneas de su inspiración en La Tregua que es su máxima obra narrativa, la que más reconocimiento internacional otorgó al literato de las tierras de Artigas, no es casual que este texto haya sido traducido a más de veinte idiomas.
Esta novela fue escrita en 1959, su trama se desarrolla en el Montevideo de los años 50 del siglo pasado. Dicha magnífica obra, está escrita en forma de diario personal, de febrero de 1958 a febrero de 1959, por el personaje principal, Martín Santomé. En él relata un período de su vida gris y monótona como empleado de 49 años, viudo, cercano a jubilarse, un periodo donde se desarrolla una intensa pero trágica relación amorosa con una mujer joven de 24 años, Laura Avellaneda.
Dicha novela, retrata la vida promedio de la clase media uruguaya de la época, la decadencia espiritual que produce el trabajo rutinario, los traumas de las personas cuando alcanzan la edad madura y sus perspectivas de existencia no se encuentran plenamente satisfechas. Y sin embargo, en medio de ese contexto, eventos inesperados pueden abrir nuevos escenarios a la existencia de una persona, el amor romántico puede constituir un bálsamo revitalizante y llenar de luz la vida de un sujeto sin esperanza.
Martín Santomé relata en su diario (organizado para marcar la cuenta regresiva de su jubilación), la relación un poco traumática con sus hijos adultos (Blanca, Jaime y Esteban), los recuerdos de su esposa Isabel, y su rápida, fulgurante relación con la joven empleada Laura Avellaneda. De alguna forma, la vida de Martín atravesada por la soledad y la monótona rutina, Dios o el destino le darán una tregua, que es el disfrute por un momento efímero, de amor y alegría.
Hay que destacar que La Tregua, ha sido llevada al cine en dos ocasiones. En 1974, se filmó en argentina una versión cinematográfica dirigida por Sergio Renán, con las actuaciones estelares de Héctor Alterio y Ana María Picchio. Debe resaltarse, que esta película fue nominada a los Premios Oscar de 1975, en la categoría “Mejor película de habla no inglesa”.
Posteriormente en 2003, se realiza una adaptación en México, que sitúa la trama en Veracruz, esta versión fue dirigida por Alfonso Rosas Priego, contando con Gonzalo Vega y Adriana Fonseca como protagonistas.
Por tratarse de un gigante como Mario Benedetti, y por todas las razones antes expuestas, recomendamos ampliamente la lectura de este clásico de nuestra lengua.
DesdeLaPlaza.com/ Luis R Delgado J/MB