Cuando el mercado se impone y nos hace mono consumidores, todo aquello que hace la diferencia se le llama alternativo, de esta manera hoy en día nos encontramos con cine alternativo, música alternativa, moda alternativa, arte alternativo y hasta alimentos alternativos, todo esto claro está que es debido a que cuando uno se acostumbra a que solo existe una cosa, cuando aparece algo diferente lo vemos como una alternativa para salir de la imposición del mercado.
Hoy en día la harina de trigo y la de maíz son las dueñas del mercado, de nuestra dieta y de nuestra cultura, aunque no hemos sido capaces de producir ni el maíz que comemos ni mucho menos el trigo, es decir, consumimos arepa y pan como alimentos principales de nuestra dieta y no producimos totalmente la materia prima para la elaboración de las harinas respectivas.
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Hoy en nuestro país se siente la escasez de dichos productos sea por la guerra económica o también por la incapacidad que hemos tenido para producir al menos el maíz para nuestras arepas, solo porque no hemos aprendido a producir nuestras propias semillas y aún dependemos de la importación del trigo para moler y de las semillas de maíz para poder sembrar.
Por eso es tan necesario que las alternativas empiecen a aparecer para que nuestras mentes entiendan que no solo de P.A.N. se vive, ya que en Venezuela se produce por ejemplo, plátano y yuca que no dependen de la importación de ningún tipo de semillas y de las cuales se puede obtener harinas que pueden sustituir en gran medida a las de trigo y maíz, claro que no será fácil cambiar las costumbres del venezolano de un día al otro, pero lo que no se ofrece no se vende y lo que no se intenta no se logra, seguramente será un esfuerzo inmenso el que se tendrá que hacer para que la idea penetre.
Pero ya tenemos gente intentándolo y el Movimiento Hecho en Venezuela es uno de los que hace lo posible por que estas alternativas lleguen a hacerse conocidas, proponiendo la ruta de la arepa para el mes de octubre, donde se abrirán espacios para que los productores de harinas alternativas puedan llevar al público sus productos y así podamos entender que hemos sido esclavos de un mercado egoísta que nos alejó de la posibilidad de producir nuestros propios alimentos y nos llevó poco a poco a ser dependientes de las importaciones para poder alimentarnos, lo que nos aleja de la soberanía alimentaria y nos acerca a la dominación planificada por el gran e invisible poder mundial.
Para ser soberanos debemos desglobalizarnos, pues el concepto de globalización según lo que entiendo es dejar de ser auténticos, perder nuestras potencialidades propias y entregarnos a la cultura global que controla los medios de producción y nos hace dependientes de marcas, dólares y del poder mediático usado en función de las ventas de productos provenientes de transnacionales que son el poder supremo mundial detrás de cualquier gobierno y que no muestran rostros sino productos.
Las alternativas hoy en día mas que algo diferente o una novedad son posibilidades de libertad.
DesdeLaPlaza.com/Rómulo Hidalgo