En los hombros de sus fieles, el Nazareno de San Pablo sale a las 5 p.m de la Basílica de Santa Teresa, en Caracas, para su tradicional procesión por las calles del centro de la ciudad capital.
Miles de venezolanos vestidos de morado y con la palma bendita en mano, sale con fe y esperanza a concentrase desde muy temprano en la Basílica de Santa Teresa, en Caracas, para venerar y dar gracias por los favores concedidos por el Nazareno.
Esta es una tradición católica, acompañar en la iglesia y en la procesión al Limonero del Señor; lo cual representa para los creyentes un símbolo de fe, esperanza y también de agradecimiento por el cumplimiento de algún milagro.
De acuerdo con la lectura bíblica, el Miércoles Santo fue el día cuando se ordenó la condena al flagelo y crucifixión de Jesús. Por lo cual se da el inicio de lo que se conoce como la Pasión de Cristo, que simboliza el sufrimiento de Jesús antes de morir en la cruz por la salvación de la humanidad.
Los creyentes se visten de morado, con rosario en mano, con amor, fe y la esperanza de que su suplica será escuchada por el hijo de Dios. Además de renovar su promesa.
Este 16 de abril, el Nuncio Apostólico en Caracas Aldo Giordano presidió las misas previas a la procesión, mientras que el cardenal Jorge Urosa Savino estuvo a cargo de la misa central. No estuvo permitido el ingreso de velas a la Basílica, con el objetivo de garantizar el orden. En las afueras de la sede estuvieron desplegados 110 PNB, 30 GNB, 10 funcionarios de Protección Civil y cinco unidades de bomberos para atender las emergencias que pudieran presentarse.
Algunos mitos sobre el Nazareno de San Pablo
– Año tras año el Nazareno se dobla más por los pecados del mundo. – Cuando el Nazareno toque con la cruz el piso se va a acabar el mundo. – El Limonero del Señor le preguntó a su escultor que dónde lo había visto que lo había hecho tan perfecto. – La piel del Nazareno se oscurece cada día por los pecados.
La historia de “El Limonero del Señor” La fe hacia El Nazareno de San Pablo inició en el año de 1696, cuando una epidemia de viruela causó la muerte de miles de caraqueños, ante esta situación el Nazareno fue sacado en procesión para pedir por la salud de los afectados.
Mientras caminaban por las calles de la ciudad los feligreses junto la imagen, ésta tropezó en la esquina del templo (Miracielos) con un limonero, del cual se desprendieron los frutos, que quedaron enredados en su corona.
Los caraqueños interpretaron el hecho como una señal de Dios y comenzaron a elaborar bebidas para los enfermos, quienes milagrosamente se curaron. Ante este milagro se construyó una Capilla en honor a “San Pablo el ermitaño” en acción de gracias por haberlos liberado del contagio.
En cuanto a la construcción de la imagen cuenta la leyenda que posiblemente el escultor Felipe de Ribas la elaboró; y tras terminar su obra se paró frente a ella a admirarla. En ese momento oyó una voz que salía de la imagen diciéndole: ¿”Dónde me viste que me has hecho tan perfecto”? y el artista impresionado cayó al suelo y murió.
DesdeLaPlaza.com/ N24/ YB