A pocos días de la celebración de la Navidad circula en la web una imagen del «verdadero rostro de Jesús» que muestra a un hombre completamente diferente al paradigma que durante siglos se ofreció sobre Jesús: de rasgos semitas, barba tupida y tez oscura. Sin embargo, no es una novedad.
La primera vez que se habló de esta reconstrucción fue a comienzos de 2001 y el mundo ya se había sorprendido entonces. La historia se repitió cada año como si fuera nueva… hasta hoy
El supuesto rostro de Jesús había sido realizado por un equipo de la BBC que junto a médicos forenses utilizaron tecnología digital para arribar a lo que se asemejaría de manera más cabal con el fundador del Cristianismo.
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«Pelo marrón claro hasta los hombros. Una barba y debajo una cara delgada y blanca. Todo el mundo está familiarizado con las imágenes de Jesucristo. Pero un nuevo programa de la BBC cuestiona esta imagen de El Hijo de Dios». Así presentaba la noticia la cadena de televisión británica luego del documental que transmitió a todo el Reino Unido y que conmovió por la imagen del «nuevo» Jesús.
Sin embargo, en los últimos días -catorce años después- la «noticia» reapareció. Medios de todo el mundo se hicieron eco de la supuesta novedad. Incluso, alguno de ellos habló de «milagro» de Navidad. La primera vez que se publicó fue en marzo de 2001 y no sólo la BBC lo hizo. También The Guardian y DailyMail. Y fue en 2002 cuando CNN la tomó. Pero cada año podían leerse crónicas sobre el innovador método que recreó el rostro de Jesús.
La recreación fue hecha por artista médico Richard Neave de la Universidad de Manchester para la BBC.
Neave utilizó técnicas forenses para llegar a un personaje más similar a los que vivían en la región de Galilea hace dos mil años. La imagen obtenida es muy diferente a las tradicionales pinturas renacentistas que colman los cuadros de todas partes del mundo, en donde se muestra a Jesús como un cáucaso de ojos celestes y barba rubia.
Lo cierto es que la viralización de esta noticia se repite cada fin de año. Quizás se deba a la proximidad de la Navidad. La fecha -y sus consecuentes búsquedas en Google- muestran una necesidad extrema de información sobre Jesús y su vida que es inexistente.
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