Para la mayoría de nosotros, discutir sobre sexualidad y muerte en la misma frase puede ser algo tabú, pero es algo que el diseñador holandés Mark Sturkenboom parece determinado a desafiar. Su controvertido proyecto llamado “21 Gramos” consiste en un consolador de cristal que alberga en su interior exactamente 21 gramos de las cenizas del cónyuge fallecido e incinerado.
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En 1901, un doctor americano llamado Duncan MacDougall determinó que el alma pesaba 21 gramos, con el método de pesar a ancianos inmediatamente antes y después de morir de tuberculosis.
El consolador viene acompañado de otros elementos diseñados para ayudar a quien lo usa a “revivir de nuevo una noche íntima con su ser querido,” como un difusor de perfume y un amplificador para poner música. La caja que contiene todo ello se cierra con una llave que puede ser llevada como colgante.
DesdeLaPlaza.com/SdP/AMH